Intentarán bajar el déficit fiscal para el 2018 del 4,2% al 3,2%

Miércoles 20 de septiembre de 2017

Los ministros de Hacienda, Nicolás Dujovne, y de Finanzas, Luis Caputo, defendieron ayer ante los diputados nacionales las metas contempladas en el presupuesto 2018 porque es “imprescindible” bajar el déficit fiscal del 4,2 al 3,2 por ciento para que la Argentina pueda garantizar un sólido crecimiento de la economía, apuntalado por la inversión que crecerá un 12 por ciento para ubicarse en el 17 por ciento del PBI. 
Al exponer ante la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados, que conduce el macrista Luciano Laspina, sobre la ley de gastos y recursos, los funcionarios destacaron que las previsiones permitirán mantener la reducción del riesgo país y lograr un financiamiento a tasas “como no se había logrado en los últimos años”.
Con la exposición de los ministros se abrió el debate del presupuesto y la prórroga por dos años del impuesto al cheque, que el oficialismo aspira a votar si logra un acuerdo con los gobernadores peronistas en noviembre tras las elecciones de octubre.

Además de Caputo y Dujovne expusieron en la oportunidad los secretarios de Programación Económica, Sebastián Galiani, y de Hacienda, Rodrigo Pena, en una reunión que caracterizó por escasas consultas de legisladores, que cuestionaron las metas diseñadas por el Gobierno sobre inflación, crecimiento de la economía y la baja de subsidios.
Los diputados que cuestionaron el presupuesto, con diferentes argumentos, fueron el justicialista Diego Bossio, la socialista Alicia Ciciliani; el ex ministro de Economía y representante kirchnerista, Axel Kicillof, el massista Marcos Lavagna, y el diputado del Partido Obrero, Pablo López.
De todos modos quien atacó con mayor dureza a los funcionarios fue Kicillof, quien aseguró que era “un presupuesto de ajuste y endeudamiento, pero que no será pequeño ni gradual y por eso queremos saber cuales será su magnitud”.
En cambio, el economista massista Lavagna cuestionó algunos puntos del presupuesto diseñado por el Gobierno pero también las políticas “populistas del kirchnerismo” que aplicaron durante doce  años los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner.
“Tengo dudas sobre la sustentabilidad de la economía que están contemplados en el presupuesto porque apunta sólo a la inversión. Esos es algo que suele ser un error de una ideología más ortodoxa, pero también es un error populista considerar que sólo el consumo mejora la economía”, agregó.
El proyecto de presupuesto 2018 contempla un crecimiento del 3,5 por ciento de la economía, un aumento de las inversiones del 12 por ciento, un incremento de gastos sociales y para obras públicas, y un intento de descenso de la inflación para que no supere el 15,7 por ciento, y una reducción del déficit fiscal desde el actual 4,2 al 3,2 por ciento.
Otro punto clave fue la defensa de la iniciativa oficial sobre la prórroga del impuesto al cheque.
En ese marco, el secretario de Hacienda, Rodrigo Pena, señaló que la decisión de que “el 70 por ciento de la recaudación, que corresponde a la Nación, se destine a la Anses, tiene como meta bajar el déficit fiscal ya que el Tesoro debe destinar el 3,3 por ciento el PBI a financiar las prestaciones jubilatorias”.

Disminución del riesgo país en miles de puntos

El ministro de Finanzas, Luis Caputo, aseguró que el gobierno “cumplirá con las metas fiscales y esto no es negociable porque la credibilidad tarda mucho en ganarse”.
Argumentó que, gracias a este logro, “es lo que permitió bajar el riesgo país de 12.000 puntos a 375 puntos”.
Caputo explicó que el 73 por ciento de la deuda se negoció “con la legislación argentina y el 37% con legislación extranjera, y el objetivo es tener más deuda en moneda local y financiada por argentinos y dejar de depender del financiamiento externo”.
El funcionario expresó que, en los últimos años, del gobierno kirchnerista “nuestros bonos llevaron a rendir el 12 por ciento y hoy estamos pagando el 4,63 por ciento con lo cual estamos logrando las tasas más bajas de las últimas décadas”.