Francisco volvió a Sudamérica con el credo de la justicia social

Lunes 6 de julio de 2015
La recepción del Papa en Quito estuvo a cargo de un grupo de niños de diferentes procedencias étnicas | Foto: AFP
El primer Papa latinoamericano de la historia regresó ayer a la Sudamérica hispanohablante con un mensaje de solidaridad con los pobres de la región, que se espera acudan en masa para recibirlo.
El “papa de los pobres”, decidió visitar específicamente Ecuador, Bolivia y Paraguay, porque están entre los países más pobres y marginales de una región donde vive el 40 por ciento de los católicos del mundo.
Evitará su patria, Argentina, para impedir, en parte, verse inmerso en las elecciones presidenciales de este año.
El viaje comenzó ayer en Ecuador, donde la caída del precio del petróleo y los minerales amenazan con desbaratar la red de bienestar tejida por el presidente Rafael Correa, enfrentado desde hace un mes por las protestas callejeras contra el gobierno más serias en sus más de ocho años en el poder. Una multitud se congregó desde las primeras horas de ayer por la ruta que recorrió el papa Francisco desde el aeropuerto a la residencia del nuncio, donde se alojará.
Francisco hizo los últimos ocho kilómetros del recorrido a bordo de un vehículo en forma de burbuja que permitió a los fieles verlo.
Francisco hablará de sus preocupaciones sobre el medio ambiente con Rafael Correa, primer mandatario ecuatoriano, y el presidente de Bolivia, Evo Morales, que ha fomentado explotaciones mineras y petrolíferas en zonas salvajes, dada su reciente encíclica sobre la necesidad de proteger a la naturaleza y a los pobres que más sufren cuando se explota el entorno. Francisco pedía un nuevo modelo de desarrollo que rechace la mentalidad actual centrada en el beneficio, en favor de una visión de progreso económico que respete los derechos humanos, salvaguarde el planeta e implique a todos los sectores de la sociedad, pobres y marginalizados incluidos. Francisco dijo que quería llevar un mensaje de esperanza y gozo a todos, “especialmente a los más necesitados, ancianos, enfermos, encarcelados y pobres, víctimas de esta cultura del descarte”.
Entre las paradas previstas del pontífice, están una violenta prisión boliviana, una barriada paraguaya propensa a las inundaciones y un encuentro con chatarreros bolivianos.