Festejo comunitario en Bajada Vieja

Cerca del mediodía de ayer seguían llegando al almacén de Pomposa las donaciones de alimentos para preparar el gran yopará que será compartido durante el festejo popular del Karaí, hoy desde las 20.30 en Bajada Vieja.
Es el cuarto año que los vecinos junto al grupo Slow Food Posadas organizan la celebración, de participación libre y gratuita. “Nuestra idea es compartir, hacer un festejo social y comunitario, que se coma gratis y que los que donaron recuperen lo que trajeron. Que sea alegre y ameno. Estas fiestas hacen mucho bien, por lo menos un rato”, define doña Pomposa.
El año pasado el yopará se preparó en dos ollas de 200 litros, y  en total se repartieron 800 porciones gratuitas. Para esta edición se pondrá una alcancía anónima y voluntaria a fin de recuperar los gastos de alimentos.

Desde las 16, los cocineros estarán en la plazoleta del Mensú preparando el yopará e invitan a la comunidad a colaborar con  la elaboración.  Durante el festejo, por la noche, habrá escenario abierto para artistas locales. También estará el Espacio Pynandí con una cantina saludable y actividades infantiles tradicionales para recuperar la calle jugando a la rayuela o al elástico.

Los orígenes
Pomposa aprendió la receta del yopará de su mamá, cuando vivían en Paraguay. “Mis nueve hermanos y yo nos criamos con comidas naturales siempre”, dijo. Pero según cuenta, la tradición tiene su origen en las costumbres indígenas. “Se preparaba en los inviernos cuando no tenían cosecha por las heladas”.
Cristian Krieger, uno de los cocineros, antropólogo y vecino del barrio, aclara: “Los guaraníes antes de que llegaran los españoles tenían maíz, poroto, zapallo, batata, lo que no tenían era leche. Tanto la carne de vaca y la leche son incorporaciones que vienen con los jesuitas. Y la comida paraguaya y guaranítica incorpora rápidamente el queso”.
Además cuenta: “Es una costumbre que tiene que ver con los ciclos agrícolas. Esta época es la de mayor escasez. Entonces festejar la llegada del fin del invierno con abundancia de comida y compartirla con otros, es como un agradecimiento”.  
Cristian valora la solidaridad de la gente y reivindica el festejo del Karaí, ya que posibilita “compartir la elaboración, sentir el aroma y que la comida sea un motivo de encuentro; recuperar la calle y sentarse en el cordón de la vereda. Olvidarse un rato de la paranoia de la inseguridad y que podemos estar todos juntos. Eso nos parece muy lindo”.
A su vez, a través de festejos populares como el Karaí que se extiende por otros puntos de la ciudad, también se revalorizan las costumbres locales y se incentiva el uso de los espacios públicos para encontrarse y compartir.