Excavan en posta que conectaba las reducciones de Apóstoles y Corrientes

Viernes 24 de junio de 2016

Innumerables son los litros de tinta invertidos en la historia de los pueblos jesuítico guaraníes. La bibliografía inclinó su balanza en todo lo referido a la vida y organización del espacio urbano de las misiones y poco se sabe o trascendió de la actividad rural de los aborígenes.
Con la tarea evangelizadora de la Compañía de Jesús en el siglo XVII, se instaló también en las reducciones un sistema económico agropecuario. En la actualidad, los vestigios ofician de testigos imbatibles de aquella época. Es el caso del paraje correntino San Alonso.
En un predio de la empresa Bosques del Plata, a unos 150 metros de la ruta nacional 14 y a catorce kilómetros de Gobernador Virasoro, se encuentran las piedras de itacurú que alguna vez fueron una posta de estancia. Se trata de un punto clave en el esquema productivo de las reducciones jesuíticas, teniendo en cuenta que conectaba la reducción de Apóstoles, provincia de Misiones, con los caminos de las reducciones de San Carlos y Santo Tomé, en Corrientes.

“Hay que entenderlo como un sistema reduccional. Entre los pueblos jesuíticos había caminos, capillas o postas, para aquella gente que se trasladaba de un lugar a otro y descansaba”, explica en diálogo con El Territorio la arqueóloga Lorena Salvatelli, quien desde fines del año pasado trabaja en la puesta en valor de este lugar que dista unos 20 kilómetros de la Capital de la Yerba Mate.
La iniciativa de rescate arqueológico data de 2011 y es mérito del municipio de Virasoro. Sin embargo, los trabajos más recientes son financiados por el Ministerio de Turismo y Cultura de la Nación y se enmarcan en el Proyecto para Itinerario Cultural de las Misiones Jesuíticas Guaraníes. Son cinco los países involucrados en esta cruzada: Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay desarrollan una tarea conjunta de puesta en valor y gestión de estos sitios.
En Argentina, quien supervisa la ejecución del proyecto es el historiador Alfredo Poenitz.
El lugar cuenta con senderos de interpretación que permiten la visita de lugareños y turistas.

La más importante del país
La posta de estancia de San Alonso data de 1714 y fue construida por los jesuitas de la reducción de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo (actual ciudad de Apóstoles, Misiones) y se destaca en la historia argentina por estar presente en diferentes inventarios o documentos trascendentales, como por ejemplo la Guerra de la Triple Alianza. Es la posta jesuítico guaraní más importante que existe en el país.
“Es una de las más grandes, el inventario del año 1767 registra que había una capilla, una sacristía, galerías, seis habitaciones e incluso detalla que podía servir de cárcel”, señala Salvatelli, y agrega: “Había dos yerbales, tres corrales, un pozo de agua de unos 20 metros; suponemos que vivían de manera permanente dos familias guaraníes y que el resto era gente de paso”.
Salvatelli es de Rosario, en tanto que vive en Misiones desde 2012, cuando llegó para trabajar en la puesta en valor de las reducciones de Santa María La Mayor y Loreto. Ahora se desempeña en el Museo Andrés Guacurarí de Posadas y desde fines del año pasado está abocada al rescate arqueológico de la posta de San Alonso.
El trabajo consiste en excavaciones para restaurar los espacios físicos que especifica el antiquísimo inventario. “Hay piedras que  fueron derrumbadas, se las numera y, si es posible, se las vuelve a ubicar, sino se las deja en canchas de acopio”, comenta. Al mismo tiempo, señala que, a juzgar por los vestigios de las columnas, la posta en su momento de auge tenía al menos dos metros y medio de altura.
En ese sentido, advierte que para el inmenso espacio físico que ocupa hay pocas piedras, por  lo cual supone que fueron reutilizadas en otras épocas tras la expulsión de los jesuitas.
“Se habla mucho más de las ciudades jesuíticas o de los pueblos como el gran hito de las reducciones y en realidad no se habla del sistema por fuera de la reducción que sería la única manera de entender el sistema económico ganadero de los guaraníes”, sostuvo la especialista.
“Con el trabajo rural se abastece primero a la reducción, después a los 30 pueblos y recién el excedente sale a comercializarse a Buenos Aires y Asunción”, relata.

Huellas en Misiones
En Misiones, si bien no hay trabajos de rescate arqueológico de la vida rural de los guaraníes en la era jesuítica, los historiadores Alfredo Poenitz y Esteban Snihur habían descubierto los restos de una pirca que data de hace 400 años. El hallazgo fue en Colonia Santa María, ubicada a pocos kilómetros de Posadas.
La pirca es una muralla construida con piedras en bruto por los aborígenes para acorralar el ganado, dado que en 1700 no existía el alambrado. En algunos casos las rinconadas encerradas por esas pircas podían contener hasta 20 o 30 mil cabezas de vacas. En mayo de 2013, El Territorio realizó un informe sobre este muro que encierra un trocito de historia.