Ex esposa de Pérez Corradi dijo que pagó coimas por seguridad

Liliana Aurehhuliu, la ex esposa argentina del financista detenido Ibar Pérez Corradi, admitió haber pagado coimas por seguridad "a la policía" tras la desaparición de su marido que estuvo cuatro años prófugo, y señaló que quiere "viajar a Paraguay" a pedirle respuestas.
La mujer, que es instructora de pole dance y dueña de un gimnasio, negó también haber intentado ingresar al blanqueo de capitales de 2008 con 3,7 millones de pesos al afirmar: "Yo no lavé dinero".
Aurehhuliu aseguró por Canal 13 que el dinero que tenía para mantenerse junto a sus tres hijos provenía de "una casa que heredé de mi ex marido, como divorciada, pero la perdí por las coimas". Agregó que a esa vivienda se "la sacaron en coimas para mantener mi vida y la de mis hijos".
"La Policía me pedía coimas todo el tiempo", se quejó la mujer, que dijo haber convivido durante casi cinco años con Pérez Corradi, con quien tuvo tres hijos y a quien no volvió a ver desde 2007.
Si bien descartó tener vínculos con dirigentes políticos, indicó que solo su "hermana juntaba gente para la campaña de (Sergio) Massa pero como no salió presidente, la echó".
Por otra parte, se quejó por el último de los allanamientos que realizó la policía bonaerense en su casa por una orden judicial que buscaba a Pérez Corradi, al señalar que ese operativo "fue el más terrible. Entraron sin tocar timbre y rompieron la puerta. Estaban mis hijos y mis sobrinos".
"Le pegaron a mi nene más grande, le fracturaron un dedo cuando lo tiraron al piso", remarcó.
Tras señalar que de las actividades lucrativas de Pérez Corradi sólo conocía que "él era financista, iba y venía con cheques y esas cosas", la mujer insistió con que hasta su detención hace una semana, "no sabíamos si estaba vivo o muerto".
"Mis hijos hace cuatro años que no lo ven", lamentó y dijo que esperaba contar con fondos para "poder viajar a Paraguay" para ver a Pérez Corradi y exigirle respuestas sobre todo lo ocurrido.
Perjudicada
La mujer contó también que tenía un gimnasio en la calle Sucre, en el barrio porteño de Belgrano, donde incluso van a entrenar "los bailarines de Showmatch".
Pero agregó que últimamente el negocio no va muy bien, ya  que el resonante arresto de su ex marido "jugó en contra porque la gente se asusta y se va de mi gimnasio".