Evacuados, tránsito restringido y localidades sin energía

Domingo 22 de octubre de 2017
Una postal que se repitió en gran parte de la provincia fue la de los arroyos desbordados, que obligó a evacuar familias y a interrumpir el tránsito o a circular con precaución. En Santa Ana el peaje no funcionó por algunas horas, ya que la estación se encontraba sin energía. Además, las fuertes descargas eléctricas provocaron que los bombeos de agua potable se vean afectados, por lo que algunas localidades presentaron deficiencias en el servicio.
En Jardín América se tuvo que evacuar a siete adultos y once menores, ya que rebosó el cauce del arroyo Capilla. Los damnificados fueron asistidos con abrigos, ropa de cama y comida caliente. Todos fueron alojados en la Escuela 811 del barrio Capilla y regresarán a sus hogares en la jornada de hoy.
En Puerto Rico, los Bomberos Voluntarios asistieron a una familia del barrio San Miguel utilizando la bomba de extracción de agua, ya que las lluvias habían anegado un sector de la vivienda.
Además, en Candelaria se prestó ayuda a unas 25 familias y en Oberá, a unas 30. Uno de ellos fue un menor enfermo que no podía salir por sus medios, ya que la vivienda estaba inundada. El pequeño tuvo que ser trasladado al domicilio de una tía.
Vecinos del barrio obereño de Villa Blanquita padecieron la tercera inundación en lo que va del año. En pocas horas el caudal del arroyo Mbotaby desbordó la altura del puente y el agua alcanzó varias casas. “Estamos cansados. Nadie nos da una solución y con cada lluvia como la de hoy quedamos inundados”, dijo Cecilia Gómez. Y agregó: “Cuando baja el agua es impresionante la mugre que queda. Es mucha impotencia”.

En Capioví, sin agua
El desmoronamiento de parte de una calle y de un muro de contención del embalse de la toma de agua cortó los caños que transportan ese líquido imposibilitando el bombeo hacia el tanque desde donde se provee a la ciudad. El Territorio dialogó con Rubén Ely, gerente de la Cooperativa de Agua Potable y otros servicios de Capioví (Capca), quien al respecto dijo: “No tenemos agua para tratar, el hormigón pegó contra el caño, lo rompió y lo arrastró agua abajo”.
En San Ignacio, la ruta 12 tuvo el tránsito interrumpido en horas de la mañana a la altura del kilómetro 1402, ya que el arroyo Cazador cubrió el asfalto. Según fuentes oficiales, se trata de la primera vez que se produce un desborde en esa zona. En horas de la tarde, se habilitó por completo la circulación en la arteria.
Conductores que circularon por la arteria nacional 12 y la provincial 3 expusieron a El Territorio que “toda la ruta estaba cubierta de agua, era muy peligroso circular así, porque además no se podía ver nada porque la lluvia era muy intensa de a ratos”.
A la altura de Hipólito Irigoyen, la circulación por la ruta 12 estuvo cortada por varias horas por la gran cantidad de agua que había en el asfalto. Después de las 16 se restableció el tránsito. En la ruta 223, en la localidad de Ruiz de Montoya, los conductores se vieron imposibilitados de circular, debido a la acumulación de agua. La circulación se restablecería hoy, luego de que se realice una evaluación de los cauces de Tucangua y Cuñá Pirú.
Al momento que se desató el vendaval, varias localidades permanecieron sin energía por algunas horas, entre ellas Eldorado, Montecarlo, San Vicente, Candelaria y Posadas. Y en Montecarlo se vio afectado el bombeo de agua potable.
En San Pedro, las abundantes precipitaciones provocaron que el arroyo Pepirí aumente desmesuradamente su caudal. El desborde provocó que se paralice el tránsito fronterizo en el puente Paso Rosales.