En casa mando yo

Lunes 5 de diciembre de 2016
Si antes que comenzara la 35ª edición del Seven del Tacurú le preguntaban a los anfitriones cómo les gustaría que sea el final, seguramente hubieran elegido lo que terminó sucediendo.
Porque el equipo local se quedó con la Copa de Oro luego de derrotar 10-7 a Atlético del Rosario, en tiempo suplementario, y gracias a un drop convertido por Matías Lagier, una de las máximas figuras del fin de semana para Tacurú.
“Hace un mes y medio que teníamos este objetivo en la mente y por suerte se nos dio. Lo pude culminar yo con esa patada, pero esto es de todos”, aseguró el autor del punto más festejado ayer por la tarde en Villa Lanús.
Los locales se volvieron a quedar con el premio mayor en su seven luego de cuatro años, ya que la última vez había sido en la edición del 2012.
El equipo misionero conquistó de su octava Copa de Oro y se convirtió así en el más ganador de este certamen, superando por uno a Taraguy de Corrientes, que se quedó con siete.
Ayer, en la definición del certamen, a primer turno Tacurú destronó a Capri, en cuartos de final; luego derrotó con comodidad a Olivos, en semis, y finalmente superó en tiempo extra a Atlético del Rosario, uno de los equipos que llegaba como favorito en la previa.
Fue un triunfo realmente sufrido y trabajado para los dueños de casa, porque los rosarinos arrancaron mejor el duelo definitorio.
Atlético apoyó un try bajo la H en el primer tiempo y con la posterior conversión se puso 7-0 al frente en el tanteador. Tacurú fue obligado por el reloj a buscar la igualdad y lo pudo emparejar recién en la segunda etapa de la misma manera que lo habían hecho los visitantes: try bajo la H y conversión para dejar las cosas 7-7.
Ese resultado no se modificó y el partido se tuvo que definir con dos tiempos extras de cinco minutos cada uno, aunque con la particularidad de que en esta instancia se juega a “muerte súbita”, es decir que el primero en convertir un punto se queda con el partido.
Y fue ahí cuando apareció Matías Lagier, quien aprovechó una infracción que le cometieron  a su equipo y pateó el penal de drop que terminó desatando el festejo de todo el público local.
Fue la frutilla del postre para los dueños de casa, que se fundieron en un abrazo colectivo y entonaron el característico “dale campeón” luego de cuatro temporadas.