El proyecto de ley antipiquetes sigue sumando detractores

Sábado 19 de abril de 2014
El Centro de Estudios Legales y Sociales (Cels) rechazó el proyecto que regula y restringe las protestas y advirtió que constituye un retroceso, mientras el dirigente oficialista Luis D’Elía calificó la propuesta como contradictoria y reprochó que no se haya consultado a los “movimientos sociales del espacio”.
La vicejefa del Gobierno porteño, María Eugenia Vidal, celebró que se regulen las protestas, pero pidió que “no sea por simple oportunismo político” y que se realice con “penas claras”, mientras el presidente del bloque de diputados del PRO, Federico Pinedo, reclamó mejorar el texto y “definir qué es legítimo y qué es ilegítimo”.
El Cels expresó que “preocupa el proyecto de Ley de Convivencia presentado por diputados del Frente para la Victoria” y sostuvo que “es un retroceso respecto de estándares sobre protesta social que se fueron construyendo durante todos estos años”.
En ese sentido, el organismo presidido por el periodista Horacio Verbitsky mencionó como ejemplo “clasificar ciertas protestas como ilegítimas, exigir la notificación previa a la Policía y establecer plazos exiguos para la mediación”.
El Cels advirtió que el texto busca ampliar el control estatal sobre el “derecho a la protesta mientras persisten casos de represión violenta de manifestaciones y cuando aún no se ha hecho justicia por asesinatos cometidos en protestas sociales como el 19 y 20 de diciembre de 2001, el Parque Indoamericano, la represión a la comunidad qom en Formosa o los asesinatos en Ledesma”.
D’Elía, en tanto, afirmó que “a (el diputado kirchnerista Juan Manuel) Pedrini, que es el autor de esto, le faltó convocarnos a todos los movimientos sociales que formamos el espacio kirchnerista y preguntarnos qué opinábamos sobre el tema, qué matices teníamos, en qué cosas acordábamos, en qué cosas no”.
“Se cortó por la libre y nos genera públicamente un debate que tendríamos que haber tenido puertas adentro”, advirtió el dirigente, y manifestó que el proyecto “suena feo, suena contradictorio”.
El gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, expresó que “no hace falta” una ley que restrinja las protestas.