El presunto asesino de Sartori declaró y se esperan pericias clave

Jueves 19 de octubre de 2017
El detenido se encuentra en una comisaría de Curuzú Cuatiá.

El último de los detenidos por el homicidio del misionero Héctor Sartori, asesinado en su campo de la localidad correntina de Felipe Yofre en diciembre del 2015, había avisado que estaba dispuesto a ser indagado y así ocurrió. Ya con nuevo abogado, el defensor Andrés Gauna, Félix Amadeo Rosales (54) pasó por el Juzgado de Mercedes y dio su versión de los hechos ante la Justicia.
Según pudo confirmar El Territorio, en base a fuentes con acceso al expediente, el sospechoso se desligó totalmente del crimen y relación con los otros detenidos de la causa. La audiencia, que trascendió ayer, se concretó la semana pasada y fue presidida por la jueza que entiende en la causa, Stella Margarita López Rivadeneira.
Apodado “El Porteño”, Rosales admitió su pasado criminal y que estuvo preso, pero desde entonces estaba alejado del mundo del hampa, ya que se puso un negocio al que le dedicaba “todo su tiempo”. Destacó además que fue el primer preso en Argentina que se recibió de promotor de salud. 

Más allá de sus palabras, el Ministerio Público considera a Rosales como principal sospechoso  del delito “homicidio en ocasión de robo, homicidio doblemente calificado por ensañamiento y crimis causa en calidad de coautor y portación de armas del guerra”. En este sentido, los fiscales intervinientes consideran que el cúmulo de pruebas recolectadas hasta el momento son muy contundentes.
En la continuidad de la pesquisa se esperan una serie de pericias solicitadas sobre los teléfonos celulares y -el más importante de todos- el cotejo genético con sangre hallada en la escena del crimen, la cual se determinó que no pertenecía a la víctima ni al delincuente abatido, identificado como Juan Mierez. Se cree que esta prueba puede llegar a ser concluyente. 
Según detallaron los voceros, los estudios se solicitaron a partir de muestras tomadas a los dos últimos detenidos que tiene la causa: el presunto ideólogo José Andrés Genes (47), quien se entregó el 14 de junio y Rosales. Las sospechas, pese a que todo se lleva con la cautela que requiere el caso, apuntan a que la sangre podría ser de éste último.
Los estudios fueron remitidos a un laboratorio de Chaco y podrían tardar un lapso de tres meses.

Su detención
Como publicó este medio, fue la Dirección de Investigaciones de Avellaneda-Lanús la unidad encargada de atrapar a Rosales en la localidad bonaerense de Villa Fiorito, en el partido de Lomas de Zamora, el viernes 22 de septiembre. Los investigadores lo venían siguiendo desde que subió a un auto en una finca en Villa Caraza, en el partido de Lanús. Sobre él pesaba un alerta roja emitida por Interpol.
José Andrés Genes (47), en tanto, se presentó voluntariamente en el Juzgado interviniente y fue notificado de la imputación por homicidio en ocasión de robo en calidad de coautor, ya que los investigadores judiciales creen que su trabajo era realizar la inteligencia previa a robos a empresarios ganaderos en la zona.
Éstos dos se sumaron a los dos detenidos con procesamiento firme que tenía la causa hasta el momento: Alfredo José Alegre y Raúl Alejandro Ibarra, señalados como las patas locales de la organización.

Cruento crimen
El homicidio de Sartori (74) fue cometido el 6 de diciembre del 2015, cerca de las 16, en el interior de su estancia, "El Quebracho", ubicada sobre la ruta nacional 123, entre los kilómetros 77 y 78.
Todo comenzó cuando al menos cuatro delincuentes irrumpieron en el lugar y sorprendieron a Sartori, que se encontraba junto a un amigo y un menor de edad.
Los maleantes lograron reducir a todos los presentes bajo intimidaciones con armas de fuego y los maniataron de pies y manos con alambres.
Allí dieron inicio a una sesión de tortura extrema. Al parecer el empresario se resistió a que lo roben y recibió una feroz golpiza, lo que le desfiguró la cara, quebró el cráneo y terminó matando
Cuando la Policía llegó al lugar, se encontró con el cuerpo del empresario y al recorrer las instalaciones dieron con otro cadáver que recién fue identificado un mes después.
Se trataba de un carrerista de Formosa, Juan Mierez, quien formaba parte del grupo asaltante y habría sido herido con un cuchillo por Sartori. En esa instancia y cuando vieron que todo plan de robo se habían salido de las manos, sus secuaces decidieron ejecutarlo para no cargar con el malherido.
Las hipótesis que rodearon al crimen fueron muchas y muy diversas. Se cree que la banda ya había atacado otras veces bajo la misma modalidad y que fueron hasta allí impulsados por el rumor de que el empresario tenía la cifra de 10 millones de pesos enterrados en tachos de pintura en el patio. No se descarta la participación de policías como entregadores.