El índice de malestar económico subió 7,9%
Jueves 23 de marzo de 2017
El Indice de Miseria o de Malestar Económico, que suma la Tasa de Desempleo y la inflación, arrojó para el cuatro trimestre del año pasado una suba de 7,9 puntos, fundamentalmente por el aumento anualizado de los precios proyectados a partir del promedio trimestral.
El indicador más negativo fue el que obtuvo la provincia de Mendoza (34,3), con 31,0 por ciento de inflación y 3,3 por ciento de desocupación, mientras que el menor resultó ser el de San Luis (21,8), a partir de la suma de una inflación anualizada de 18,2 por ciento y un desempleo de 3,6 %.
En tanto, el Indice a nivel país que releva cada tres meses la Universidad del Salvador (USAL) saltó de 22,5 puntos en el tercer trimestre a 30,4 en el cuarto y fue afectado por la suba inflacionaria de fin de año, especialmente por la del mes de octubre, que fue de 3,3% por ciento en el tercer trimestre y de 5,3% en el cuarto.
"Su impacto superó al de la baja de la tasa de desempleo, de 8,5 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA) en el tercer trimestre a 7,6 por ciento en el cuarto trimestre de 2016", señaló la USAL en un comunicado.
Este indicador, introducido por primera vez por el economista Arthur Okun en 1962, permite consolidar dos dimensiones económicas importantes que afectan al bienestar de la población: el desempleo, que impide contar con una fuente de ingresos derivado del trabajo y la inflación, que degrada el poder de compra real de los ingresos.
Por arriba del valor nacional y debajo de Mendoza, se ubicaron el "malestar" de la CABA (33,1 puntos) y el de Córdoba (31,1 puntos). Por debajo, y antes de San Luis, quedaron Santa Fe (28,4 puntos) y Neuquén (24,3 puntos).
"La evaluación le sirve a los gobernantes porque indica el grado de malestar o de angustia que tiene la población, que observa cómo la inflación le come sus ingresos y las dificultades de empleo que puede tener para eventualmente mejorarlos", señaló a Dyn el director del Instituto de Investigaciones de la USAL, Héctor Rubini.
Sólo dos índices provinciales mostraron bajas: el de Neuquén (-12 puntos) y el de San Luis (-2,2 puntos).
El indicador más negativo fue el que obtuvo la provincia de Mendoza (34,3), con 31,0 por ciento de inflación y 3,3 por ciento de desocupación, mientras que el menor resultó ser el de San Luis (21,8), a partir de la suma de una inflación anualizada de 18,2 por ciento y un desempleo de 3,6 %.
En tanto, el Indice a nivel país que releva cada tres meses la Universidad del Salvador (USAL) saltó de 22,5 puntos en el tercer trimestre a 30,4 en el cuarto y fue afectado por la suba inflacionaria de fin de año, especialmente por la del mes de octubre, que fue de 3,3% por ciento en el tercer trimestre y de 5,3% en el cuarto.
Este indicador, introducido por primera vez por el economista Arthur Okun en 1962, permite consolidar dos dimensiones económicas importantes que afectan al bienestar de la población: el desempleo, que impide contar con una fuente de ingresos derivado del trabajo y la inflación, que degrada el poder de compra real de los ingresos.
Por arriba del valor nacional y debajo de Mendoza, se ubicaron el "malestar" de la CABA (33,1 puntos) y el de Córdoba (31,1 puntos). Por debajo, y antes de San Luis, quedaron Santa Fe (28,4 puntos) y Neuquén (24,3 puntos).
"La evaluación le sirve a los gobernantes porque indica el grado de malestar o de angustia que tiene la población, que observa cómo la inflación le come sus ingresos y las dificultades de empleo que puede tener para eventualmente mejorarlos", señaló a Dyn el director del Instituto de Investigaciones de la USAL, Héctor Rubini.
Sólo dos índices provinciales mostraron bajas: el de Neuquén (-12 puntos) y el de San Luis (-2,2 puntos).
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