El diálogo como protagonista

Jueves 23 de marzo de 2017
Leo Guzmán y Anibal Bertoni dan vida a Guillermo y Cacho.
Un reflector apunta a dos hombres, ambos conversan. Se confiesan sus miedos, sus sueños, sus esperanzas y sus pesares en un ida y vuelta verborrágico que pocas veces experimenta el hombre actual. Lejos de las distracciones de la tecnología y de las urgencias de los tiempos modernos, los dos sujetos atrapados en un vagón de tren, sentados uno al lado del otro se vuelcan a a la antigua costumbre de establecer un diálogo con un desconocido. Palabras más, palabras menos, sus vidas opuestas parecen encontrar un punto en común, un punto que tiene nombre y apellido y usa lápiz labial. La suerte está echada. Un encuentro fortuito trazará sus destinos.
La historia forma parte de la sinopsis de Probabilidad, la nueva obra teatral que se presenta todos los sábados de marzo y abril, a las 22, en el Centro artístico Mandové Pedrozo, ubicado en Calle Beethoven 1762 de la capital misionera. La puesta es dirigida por el actor y director Buki Rosa, y protagonizada por Leo Guzmán en la piel de Guillermo, un vendedor de inmuebles, y Aníbal Bertoni en el papel del obrero Cacho.
Desde que se estrenó a inicios del mes, la obra ha tenido buena acogida del público que valoró su simpleza escenográfica y su profundidad actoral. “Es una obra muy difícil con un texto muy rico, pero con gran dificultad porque los autores están todo el tiempo sentados, uno al lado del otro como si estuvieran en un vagón de tren. No hay decorado, el foco está puesto en la actuación”, destacó Rosa.
En ese marco, la puesta creada por Román Sarmentero exigió una preparación rigurosa en la que Buki trabajó para sacar lo mejor de los actores durante dos meses ininterrumpidos. “Comenzamos a preparar la obra el 9 de enero. No hubo vacaciones. Antes que director me considero un conductor porque siempre estoy esperando que el actor me dé cosas. Que estudie el personaje, el libreto, los conflictos del personaje y que a partir de ahí desarrolle el rol. Si estás arriba del escenario tengo que dejar de verte a vos como persona y ver al personaje”. En esa misma línea agregó: “Un actor agarra un texto y no lo tiene que repetir de la boca para afuera. Lo tiene que vivir, sentir en las tripas, poner un énfasis, un ritmo a las palabras. El trabajo del actor es un trabajo de superación constante”.
En relación al público local, el responsable de la sala Mandové resaltó que en el último tiempo más posadeños asisten a los espectáculos teatrales, lo que es provechoso para los artistas de la tierra roja, porque hay más espectadores, más posibilidades de trabajo y obliga a elevar la calidad de lo que se pone en escena. “La gente está respondiendo muy bien. En los últimos años se incrementó la oferta de espectáculos que son distintos y eso es positivo porque la gente empieza a asistir a las obras y a comparar y exigir”, resaltó el gestor cultural.
Además de la puesta teatral, la Sala Mandové lleva adelante desde inicios de marzo un taller de teatro para adultos, cuyas inscripciones continúan abiertas. La iniciativa está destinada a mayores de 18 años que quieren sumergirse en el mundo artístico aún cuando no cuenten con experiencia previa. Las clases, a cargo de Rosa, se desarrollan todos los martes y jueves de 20.15 a 22 y tienen un costo de 500 pesos por mes. El curso se extenderá hasta fines de octubre. “Para aprender a actuar hay tres palabras clave, voluntad, perseverancia, y responsabilidad. Todo ello independientemente del talento”, adujo el profesor con años de experiencia en teatro, cine y televisión.