El 50% de los alumnos del secundario falta a las clases de educación física

Miércoles 7 de octubre de 2015
Los docentes destacaron el desempeño de algunos alumnos que aún participan en las prácticas deportivas. | Foto: Tatiana Lencina
El desgano, la apatía, el sedentarismo, el uso excesivo de las nuevas tecnologías y la falta de contención de los padres intensifica el ausentismo en las clases de educación física en varias escuelas secundarias de esta ciudad, que registraron entre un 30 y 50 por ciento de inasistencias, mayormente en los dos primeros trimestres del año.
En comparación a siete años atrás, cuando esta asignatura era una de las más concurridas por los alumnos, según indicaron docentes, hoy cada vez más chicos optan por no asistir a clases. El panorama sorprende y preocupa al ámbito educativo dado que pueden reprobar la materia. Atribuyen a la problemática la falta de motivación del docente y recursos económicos.
En una recorrida realizada ayer por El Territorio, los directivos señalaron que los casos van en aumento, desde hace dos años atrás, y que en la última entrega de planillas realizada la semana pasada hubo un porcentaje importante de alumnos con aplazos. “Cuando recibimos la planilla del segundo trimestre, no podíamos creer la cantidad de aplazos que había en la materia de educación física. De 20 chicos, más de seis tenían uno. Les pregunté a los profesores qué estaba pasando y me dijeron: 'son los chicos que no vienen a clases'”, contó Gladis Ledesma, directora del Colegio Provincial Nº 1 Martín de Moussy, donde se organiza para la próxima semana una reunión de padres, alumnos y docentes. “Vamos a replantearnos los contenidos de las materias, que el docente esté más motivado y también incentive al chico a asistir a las clases. Por ejemplo, que en los días de lluvia el alumno tenga clases y pueda aprender teoría sobre educación física”, explicó.
En el Bachillerato Polivalente Nº 1, el ausentismo se agudiza por la falta de profesores en el área como consecuencia de las actividades de intercolegiales. “Son eventos que influyen en que los chicos falten a clases, porque la escuela queda sin profesor y los alumnos están más de un mes sin clases. Toman como hábito faltar y después se acostumbran a no ir a clases”, analizó Graciela Grande, directora del Polivalente Nº 1. Los intercolegiales son competencias deportivas de básquet, vóley, fútbol,que se realizan en forma coordinada entre los establecimientos. Por lo general, participan entre 20 a 30 alumnos, según precisaron los docentes, “y los chicos que no participan se quedan sin clases, porque no podemos poner un suplente”, contó Grande. En la Comercio Nº 6, casi un 50 por ciento de ausentismo se detecta en las clases de tercero, cuarto y quinto año. “Es todo un problema la clase de educación física. Los chicos no vienen, porque dicen que no tienen plata para el pasaje de colectivo. Con el boleto gratuito esperamos que se resuelva ese inconveniente”, sostuvo María Inés Rebollo, directora del establecimiento.

Inasistencias y desinterés
Las faltas se agudizan después del receso escolar -en julio- y después de la segunda quincena del mes, “los estudiantes van una semana a clases y faltan dos o tres. Hay muchos que quedan libres, porque se les juntan las faltas de educación física a la de otras materias. Son chicos que están al límite, en esos casos hacemos acuerdos con los padres, alumnos y profesores para que el chico se comprometa en asistir a clases”, explicó Rebollo.
La directora de la Escuela de Comercio Nº 18, Olga Bernal, señaló que registran un 50 por ciento de inasistencias. En la mayoría de los casos, los alumnos debieron ser reincorporados hasta dos veces, “no vienen a clases a la mañana y ya faltan a la tarde. Nos dicen que no tiene para el pasaje y otros que no quieren venir a clase. Hay mucha apatía en cuanto a los contenidos de las clases”, explicó la directora, quien mañana, a las 8.30, abordará la problemática en una reunión de consejo consultivo. “La idea es captar la atención del alumno para que no deje de venir a las clases, que pueda adquirir conocimientos sobre la educación física”, reflexionó. Y añadió: “Antes la educación física era una terapia para los chicos, porque estaban distendidos. Es muy llamativo que ya no estén concurriendo a las clases”.

Buscan soluciones
Para lograr reducir las faltas, los docentes indicaron que resulta fundamental que los supervisores de área de educación física recorran las escuelas y evalúen el dictado de las clases, “que haya un seguimiento asistido de la problemática y que los profesores propongan alternativas para el dictado de las clases”, expresaron.
En la Escuela Normal Nº 10, los casos se desatan por hábitos de sedentarismos y la falta de contención del vínculo familiar. “Hoy, si al chico no le gusta la actividad física falta. Son múltiples los factores que influyen tanto problemas familiares como económicos”, expresó Jorge Von Der Heyde, vicedirector de la Escuela Normal Nº 10.
“Hay que motivar a los alumnos”
Por otro lado, Alberto Galarza, coordinador de planeamiento educativo del CGE, explicó que a principio de año se fortalecieron los contratos con los clubes deportivos, donde los alumnos asisten para practicar los deportes elegido en el área de educación física.
“El problema del ausentismo no es institucional sino escolar, los docentes deberían tomar los recaudos necesarios para disminuir las inasistencias, ya sea a través de reuniones con los padres o modificando los horarios de clases. Motivarlos para que el chico tenga ganas de ir a las clases”, expresó.

Los chicos opinan
Por otro lado, los estudiantes señalaron que no concurren a clases debido a compromisos laborales, falta de descanso o desinterés. “Trabajo de lunes a miércoles, y a veces hasta los jueves, por eso no vengo. Ahora, estoy viendo con la profe si puedo venir otro día para no perder la materia”, expresó Adriana Marqués de cuarto año de la Escuela Normal Nº 10.
“No vengo a educación física, porque no tengo tiempo. Estoy trabajando en política y tengo ensayo para la Estudiantina. Se me juntan los horarios y no voy a clases”, contó Maximiliano Kinyuk, estudiante del quinto año de la Normal Nº 10.

“Hay que reforzar el vínculo familiar”

Como es tradicional, en las clases de Educación Física el estudiante tiene la alternativa de elegir el deporte que desea practicar. Pese a ello, la inasistencia es notable en las espacios o clubes destinados para la actividad física. “Hay clases en que vienen dos o tres alumnos y faltan quince. En esos cursos, agrupamos a los chicos con compañeros de otros años, que también son poquitos. Vemos que hay mucha apatía y desgano en algunos estudiantes, nos dicen que no vienen por el horario o porque están cansados”, contó Marina Tomás, jefa del departamento de Educación Física de la Escuela Normal Nº 10 y docente hace 36 años. Las reiteradas faltas y, como consecuencia, los riesgos de que los alumnos pierdan el año hizo que los docentes deban incorporar más horarios a las clases.
“Hay chicos que nos dicen que no pueden venir por el horario, entonces para que no se lleven a rendir la materia agregamos clases de dos horas. Por ejemplo, los chicos del turno mañana salen a las 11.50 y se quedan hasta las 12.50 para cumplir con la materia. Hay chicos que trabajan, esa es una manera que tenemos de ayudarlos”, señaló. La docente aseguró que la situación se agrava con el debilitamiento de los lazos familiares del alumno, “son pocos los padres que controlan y siguen las actividades de sus hijos. Hacemos reuniones, pero vienen dos o tres padres y no los que necesitamos que vengan. Cambió mucho la actitud del estudiante, porque también tiene vínculos familiares muy complejos. No tienen un contexto familiar que los acompañe y guíe”, señaló. Por su parte, Carmen Rodi, profesora de educación física de la Escuela Normal Nº 10, opinó: “A los chicos no les gustan las actividades que demanden esfuerzo, por eso prefieren la educación física recreativa. Nada que les cueste o canse. En la escuela, les brindamos todas las herramientas y alternativas posibles para que vengan, pero igual no vienen”.