El puma no tiene la culpa de ser puma

Domingo 30 de abril de 2017
Cuando los españoles y portugueses llegaron a América se encontraron con dragones, leones y tigres. Hay que tener mucha imaginación pero ellos la tenían y dicen que la aumentaba el sol que hacía estragos debajo de sus cascos de acero. Los dragones eran los yacarés, lagartos y caimanes que pueblan nuestros humedales desde la Florida hasta Corrientes. Y no se crea que lo de los dragones es una cosa tan rara ni antigua: en toda España hay imágenes de san Jorge peleando contra yacarés como los del Iberá.
Los tigres eran los jaguares, que es el nombre genérico para los felinos manchados de América (panthera onca); la palabra jaguar o yaguar proviene de la misma raíz lingüística amazónica que nuestro yaguareté. Los leones eran los pumas, la misma especie (puma concolor) en todo el continente. El sustantivo pantera, que como se ve integra el nombre científico del yaguareté, es el genérico de estos animales que de vez en cuando, y por esas cosas de la pigmentación, aparecen negros. Todavía hay confusiones con los pumas y yaguaretés parecidas a las de los dragones con los yacarés. Los Pumas se llama es seleccionado de rugby a pesar de que lleva un yaguareté en su escudo; y leones y tigres se siguen llamando a pumas y yaguaretés en muchos sitios de América, especialmente en el campo. Además y para que quede constancia, están presentes en la toponimia en castellano de toda América. Leones, en la provincia de Córdoba, es la Capital Nacional del Trigo. Y Tigre, en la provincia de Buenos Aires, es el puerto y la puerta de los porteños al delta del Paraná.
Los pumas y jaguares vivían tranquilos en todo el continente cuando había muchísima menos gente que ahora. En realidad había poquísimos humanos antes de la conquista, porque había menos en el mundo pero también porque el crecimiento vegetativo de los aborígenes americanos era mínimo. Quiero decir que no eran pocos porque se los comieran los jaguares… Convivían sin demasiados contratiempos, cuidándose unos de los otros.
También los leones de verdad campeaban en toda Europa hace 4.000 años, antes de que los corrieran a flechazos los antepasados de los que descendemos de los barcos. Dicen que los peligrosos no son los leones sino las leonas, mucho más parecidas a nuestros pumas por no usar melena. Las leonas tienen la particularidad, bastante rara en los mamíferos, de ser cazadoras. Así que los machos son unos vagos perdidos: su ocupación es comer lo que le traen sus parejas, fecundar todas las leonas que pueden e impedir que se acerquen otros machos a comer (en los dos sentidos) lo que no es de ellos. Los leones (ellos y ellas) andan en manada, se devoran rebaños enteros y les da lo mismo si es de gacelas o de gringos con anteojos y borceguíes. Los tigres, los jaguares y los pumas, en cambio, son solitarios y cazan sigilosos, como los gatos cuando acechan una paloma incauta.
Entre un león, macho o hembra, y sus parientes pumas hay una gran diferencia de tamaño y de peso. Lo mismo pasa con los tigres y los jaguares, tanto que un hombre o mujer adultos no son presa de un puma o un yaguareté por ser nosotros animales mucho más grandes: no son tan tontos como para acercarse a un depredador que puede pesar el doble que ellos y que para colmo anda en manadas estridentes.
Ahora resulta que hemos capturado al puma que atemorizaba a los turistas de las cataratas. Business are business y tenemos que llenar el parque y también proteger a los turistas para evitar cualquier consecuencia tan improbable como indeseada. Pero decía hace un mes que el puma no tiene la culpa de ser puma y que si fuéramos un poco más humanos respetaríamos su hábitat. Y también sostenía que debe ser una buena señal –nos está perdiendo el miedo– que un puma se nos acerque.
Tiene que haber un modo de que convivamos con los animales, también en las Cataratas. Y mientras lo buscamos, por favor no metan preso y en una jaula inmunda al puma que ha vivido feliz en su selva y que no tiene la culpa de ser puma… ni de nuestra loca necesidad de ganar plata.

Por Gonzalo Peltzer
gpeltzer@elterritorio.com.ar