Policía piquetera

Domingo 15 de octubre de 2017
De vez en cuando, pero muy de vez en cuando, hay algún piquete de policías que reclama mejoras en sus salarios. No debería ocurrir ya que un policía piquetero sería algo así como un aduanero contrabandista... ah, no, perdón... estamos en la Argentina.
Bueno, no me refiero a los piquetes que cortan calles y rutas de nuestra geografía, justo donde más molesta y en los días más incómodos para los que tienen que pasar por ahí. Es un modo de protestar odioso, porque va contra gente que no tiene nada que ver con sus reclamos. Se llaman acciones indirectas precisamente por eso: el lugar de ir a agotar la paciencia del responsable (o del irresponsable) se agota la del público usuario para lograr el clamor del hartazgo. Ojalá termine con esta manía argentina la nueva política, la que promete no medir el poder por el tamaño de los genitales masculinos sino por el servicio que mujeres y varones responsables somos capaces de brindar a la sociedad.
Ya que hablamos de servicio a la sociedad, entremos de lleno en estos piquetes de la policía que atormentan todos los días a los inocentes transeúntes de Misiones y de todas las provincias de la Argentina. Cada vez más seguido –por lo menos esa es la percepción general– se instalan retenes de fuerzas de seguridad en cualquier punto de nuestras ciudades o en cualquier kilómetro de nuestras rutas. Resulta que vamos con el tiempo justo para llegar a una reunión importante –o a un asado, da lo mismo– y nos detiene un grupo de gendarmes apostados en el medio de la carretera para que uno de ellos aplaste su barriga contra la ventanilla, nos pida documentos, nos pregunte a dónde vamos y mire adentro del auto buscando mugre. A veces te hacen abrir el baúl y las maletas, violando tu intimidad como si fueran la Gestapo.
Puede ser la Gendarmería, pero también la Prefectura, la Policía Municipal, la Provincial o la Federal y si nos descuidamos aparece la Aeroportuaria y hasta el Servicio Penitenciario Federal o Provincial. Todos revisan, todos preguntan, todos miran, todos retrasan... Últimamente es casi invariable el retén de la Policía de Misiones en el Acceso Sur de Posadas. Llegan casi todos los días con sus conitos anaranjados y arman el piquete. Entonces resulta que ese acceso, ancho, bonito y rápido, se convierte por arte del abuso de poder en una calle angosta, lenta y argelada. Ahí, como en cualquier piquete, las fuerzas de seguridad ejercen su minuto de poder: para mostrar quién manda se friegan en la ruta, en los ingenieros que la construyeron, en la autoridad que la planeó y en los contribuyentes que pusimos nuestros impuestos para pagar tanto la autovía como el sueldo de los policías que nos hacen la vida imposible.
¿Para qué hacen eso? ¿Cuál es el fin? A veces explican que es un trabajo práctico para los cadetes de la Escuela. Otras te dicen que es para mostrar presencia, contención a la sociedad. Bueno, les aviso que consiguen lo contrario y les pido que los trabajos prácticos los hagan con sus abuelitas. Y no me van a decir que es el modo de encontrar delincuentes... Los delincuentes son menos del 1 % de la población y están todo el día pensando cómo evadir a la policía, así que los que pasamos por ahí somos 100% inocentes. A los delincuentes se los encuentra trabajando, haciendo inteligencia y prevención, con actitudes activas contra el delito y no esperando que caigan por casualidad en las trampas que instalan en las calles o en las rutas. Y a los mal pensados se les puede ocurrir que esos piquetes sirven a un sistema corrupto...
Es una garantía constitucional la presunción universal de inocencia, pero por las dudas nuestra Constitución establece además la libertad de transitar por todo el país (artículo 14) y la prohibición de las aduanas interiores (artículo 9). Sólo un juez competente que haya dictado una sentencia para el caso puede impedir que transitemos, nosotros y las cosas que llevamos con nosotros; o la fuerza pública en el caso de hallarnos en flagrante delito, pero igual tendrá que ser un juez quien al final dictamine si se hizo de acuerdo a derecho. Todos los demás que lo intenten son piqueteros con uniforme.

Por Gonzalo Peltzer
gpeltzer@elterritorio.com.ar