Asaltantes transfronterizos

Miércoles 26 de abril de 2017
Por Roberto Maack | Jefe de Redacción rmaack@elterritorio.com.ar

El violento atraco perpetrado en Ciudad del Este,  donde una banda fuertemente armada mató a un policía y robó 8 millones de dólares después de volar con explosivos la sede de Prosegur, confirma la consolidación de una nueva modalidad delictiva que no respeta fronteras, sino que, por el contrario, se aprovecha de ella para lograr sus objetivos. Ayer se confirmó que los asaltantes de Prosegur estarían vinculados al temible Primer Comando Capital (PCC), la mayor organización criminal del país vecino, que justamente nació en las cárceles y que controla, entre otras cosas, el tráfico de droga y el de armas.
La Policía de Paraguay difundió ayer la identidad de nueve sospechosos apresados por la Policía brasileña (a última hora detuvieron a otros dos delincuentes). Los detenidos serían del PCC y, según la fuerza de Brasil, el cerebro del ataque sería Luciano Castro de Oliveira, alias Zequinha, condenado a 50 años de prisión por homicidios y robos y prófugo de la Justicia (página 24).
Pero no es la primera vez que organizaciones criminales de Brasil atraviesan la frontera para robar y más en esta región. Ya sucedió en Paraguay (tienen cierta fascinación con los camiones de caudales, hubo al menos dos atracos antes) aunque, claro, sin tanta violencia y despliegue armamentístico como el de este lunes.

Misiones ya experimentó también la violencia de los asaltantes transfronterizos. En febrero del 2015, una banda fuertemente armada sacudió la tranquilidad pueblerina de El Soberbio y asesinó a un suboficial de la Policía de Misiones para robar el banco de la localidad. También hubo asaltos en San Antonio, un poco más arriba en la frontera. Estas nuevas formas del delito obligan a replantear políticas de seguridad  y pensar alternativas, que debe incluir,  de mínima, la colaboración y el intercambio de información entre países vecinos.

Por Roberto Maack
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