Estudiar la organización familiar

Señor Director:
En estos momentos de profundo debate en nuestro país sobre cuestiones que afectan directamente a la familia, pienso en que es necesario buscar una respuesta, a través del estudio y el debate con especialistas, que nos permitan conocer las problemáticas sociales que se presentan hoy a partir de las distintas realidades familiares, dado que la familia, en su función socializadora y como base de la sociedad, debería permanecer integrada por lazos sólidos, fundados en el conocimiento mutuo de sus miembros y en la tolerancia.
Pero esta unidad no se concreta con alguna clase de pegamento mágico ni mucho menos instantáneo.  Es una tarea que requiere compromiso e inversión.  Merece que le dediquemos esfuerzos para fortalecerla y sostenerla, cualquiera sea su tipo.
Es imperativo ocuparnos de la familia para que en ella crezcan personas menos vulnerables y más felices. En el núcleo familiar se  forma la personalidad de los hijos y allí se preparan para su vida futura.
Estudiar la familia, sus diferentes tipos y características, se alienta cada vez más desde las instituciones educativas, especialmente universitarias. Porque la intuición ya no basta ante los profundos debates que este mundo ha planteado a la organización familiar. Se hace necesaria una capacitación académica para contar con los elementos teóricos que faciliten los vínculos intrafamiliares.
Especialmente quienes interactuamos a diario con niños y adolescentes, entre ellos los docentes, tenemos la oportunidad de ser agentes facilitadores, porque los vemos, nos ven y esperan que los escuchemos. Podemos prevenir, si estamos capacitados, las consecuencias graves de las disfunciones familiares, como el abuso y la violencia en todas sus formas y contribuir desde nuestro espacio al bienestar de la sociedad.

Celina Malvasio
Orientadora familiar