Señor Director:
El martes 14 de febrero fue el primer aniversario de la partida de mi papá, Edmundo Antonio Dominikow a los 88 años. Lo despedimos en la intimidad de nuestra familia, y siempre sentí que faltaba compartirlo con toda la gente que lo conoció, con la que trabajó y vivió en su amada provincia.
Mi papá nació en Apóstoles, hijo de Luis y Juliana Zubrzycki, y vivió con sus hermanas hasta que partió a Buenos Aires para estudiar el secundario y luego la universidad donde conoció a mi mamá, Alina Olsiewicz. Quiso la vida que volviera a su tierra con su esposa y seguir formando su familia en Posadas. Trabajó en la Federación de Cooperativas Agrícolas de Misiones durante muchísimos años haciendo de ello su pasión y desafío. Por sus historias que narraba con absoluta delicia sé que también pasó por distintas instituciones desde el Rowing Club, Vialidad provincial e incluso este diario, entre otras.
Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;
porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;
que si extraje la miel o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales, coseché siempre rosas.
...Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!
Hallé sin duda largas noches de mis penas;
mas no me prometiste tú sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas...
Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!
María Alina Dominikow
alinadom@yahoo.com