El principito

Lunes 29 de mayo de 2017
Cuando la Societe Generale Aeropostale francesa decide volar cielos australes, Antoine de Saint Exupery ya trabajaba en ella. La empresa recala en Buenos Aires y abre las rutas aéreas hacia el sur, al oeste hacia Chile, volando sobre la Cordillera, y hacia el norte, hacia Paraguay. El 9 de julio de 1929 se inaugura en Posadas (escala en los vuelos a Asunción) la filial misionera de la Aeroposta Argentina que tendrá su local la calle San Martín 339, al lado de la Catedral. Los vuelos desde Buenos Aires en los frágiles Late 25 se suceden con puntualidad, haciendo escala en Concordia, Monte Caseros, Posadas. Y de aquí a Asunción.
"Quedó inaugurada la Estación Aeropostal", dice el Territorio del 11 de julio de 1929. Menciona la pista situada a dos leguas de Posadas. En nombre de la Comisión de Festejos hizo uso de la palabra Jerónimo Coutuné. Había llegado desde Buenos Aires el primer piloto de la línea en pisar suelo misionero, Vachet, que traía como primer pasajero, al reconocido vecino Luis Quaranta, precursor de las alas misioneras y del avión sanitario. Se anunciaba también que el avión partiría al mediodía en un vuelo sin escalas a las cataratas de Iguazú con el pasajero Croissient para hacer un prolijo estudio y exploración de las costas del Iguazú y de las inmediaciones de las cataratas.
El sábado 13 de julio de ese año se publicó en El Territorio el primer aviso de la Aeroposta.
El primer vuelo, del martes 16 de julio, proveniente de Asunción, piloteado por Selvetti asistido por el mecánico Gutiérrez, había despegado de la capital paraguaya, a las 6 de la mañana, arribando a Posadas a las ocho. Quince minutos después, partía a Buenos Aires, adonde arribó a las 12.50. Se sabe; Saint Exupery es el autor de la famosa novela El principito, pero detalles de su génesis y la revelación de algunos aspectos desconocidos se cuentan en la sección Letras de hoy, en homenaje al 74º aniversario de la primera publicación, ocurrida, curiosamente en Nueva York.