Las golondrinas anidan en las urnas

Viernes 18 de agosto de 2017

Hay un paso: del tango a la matemática, de la matemática a la política, y de ahí a la poesía.
1. Le Pera con su conjetura tanguera (“hoy un juramento mañana una traición”) abrió un enigma matemático: ¿puede una constante metamorfosearse en una variable?
2.Los  datos, esas magnitudes conocidas como variables  y constantes, son imprescindibles en cualquier fórmula para resolver una ecuación; por ejemplo: en la famosa proposición relativista de Einstein la masa (m) es la variable (depende del cuerpo) y la velocidad de la luz (c) es la constante (300.000 km/seg).

3.Sin embargo esta ley de constantes y variables tiene su curiosa excepción en un episodio político de causa reciente y efecto por venir. En la desvelante ecuación de las Elecciones de Octubre el resultado de las Primarias de Agosto es una variable camuflada de constante; ningún fiscal de candidato clasificado puede aseverarle que el 100% de los votos obtenidos en la interna abierta le pertenezcan genuinamente, ni poner las manos en el fuego y asegurarle cuántos de ellos (entre corazonadas y conteos trasnochados) fueron echados en la urna por las fieles manos de los  camaradas o cuántos fueron inoculados por las de los intrusos, metidos, extra partidarios. Toda aseveración puede conducir a la desilusión. Si Le Pera hubiese sido científico hubiese escrito, para que lo entienda un candidato: “¡Atenti! un juramento en agosto puede ser una traición en octubre”.
4.El imponderable aporte suplementario es tan volátil como una hoja del almanaque, apenas una ingeniosa maña de invierno, que en primavera volverá a su urna matriz como vuelven las golondrinas de Becquer (“Volverán las oscuras golondrinas en su balcón los nidos a colgar, y otra vez con el ala a sus cristales, jugando llamarán”).