Camino a la Rosada

Domingo 22 de marzo de 2015

Después de la crisis de diciembre de 2001, se concretaron las elecciones en el 2003 con 18 fórmulas de candidatos a presidente y vicepresidente. Fueron entonces de la partida la dupla que triunfaría Néstor Kirchner y Daniel Scioli. Ambos debieron competir, entre otros, camino a la Casa Rosada contra Carlos Menem; Ricardo López Murphy; Adolfo Rodríguez Saá; Elisa Carrió o -por la Unión Cívica Radical- Leopoldo Moreau junto a Mario Losada, seguido por varios candidatos de los partidos Obrero, Humanista, Socialista, entre otros, que en algunos casos apenas superaron los 30.000 votos. Entonces, luego de una segunda vuelta con Menem, que desistió de competir, comenzaba la era kirchnerista, cuyo ciclo culminará luego de las elecciones de octubre, con el mandato de la actual presidenta Cristina Fernández.
Lo que ahora se analiza es cuál será el número de candidatos a presidente. Existe en la actualidad, el sistema de las Primarias, que representa un importante colador que evitará este año tener tantos candidatos.
Un menor número de aspirantes a la Casa Rosada, como en otros cargos, es conveniente tanto para los ciudadanos como para los propios candidatos, más allá de que algunos dirigentes obtengan algunas ganancias presentándose “sólo para sumar”; aunque también es cierto, algunos mal intencionados hacen un poco de caja con algunos ingresos de campaña.

Estudios recientes determinan que la cantidad de candidatos que compiten en una elección puede tener consecuencias significativas sobre los resultados. Esto es así porque al aumentar la oferta, el resultado puede hacerse menos consistente, posibilitando el triunfo de un candidato minoritario y, en consecuencia, potencialmente un perdedor. Argentina en promedio viene presentando más de una docena de candidatos en los últimos años y esto es lo que se evitaría con las Paso este año. Otras de las cuestiones que afecta a los votantes es la dificultad de evaluar a tantos dirigentes, y menos aún conocer en profundidad las propuestas.
También la Iglesia se adelantó a la puja electoral e hizo recomendaciones a los presidenciables. La Conferencia Episcopal Argentina reclamó a los candidatos que ofrezcan sus propuestas electorales sin incurrir en agresiones y exigió crecer en madurez para que el cambio de autoridades no signifique una crisis, sino una alternativa normal de la vida democrática. Les recordó que no son enemigos, sino adversarios circunstanciales que puedan continuar dialogando y trabajando juntos para el bien común, al día siguiente de la elección.
Luego de las Paso de agosto, comienza la recta final y no hay tiempo para equivocarse. Esta semana se aceleraron algunas decisiones, comenzando por el radicalismo.

Se dobló e hizo acuerdos
La Unión Cívica Radical dejó en claro cómo competirá en las elecciones de este año. Desde el último domingo, quedaron atrás las especulaciones y antiguos aliados como el Partido Socialista y descartaron posible alianzas con el peronista disidente representado por Sergio Massa.
De esta manera, se mostraron decididos a evitar cualquier camino que pueda desembocar en el actual o anterior kirchnerismo.
En cambio, resolvieron aliarse con el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, para las presidenciales del próximo 25 de octubre. Es la decisión surgida en la localidad de Gualeguaychú, donde se reunió la Convención Nacional y venció la propuesta de Ernesto Sanz frente a la de Julio Cobos. De esta manera, luego de la maratónica sesión de los congresales, se pone en juego 124 años de historia del radicalismo.
Representa una jugada como mínimo arriesgada e interesante que pone al rojo vivo la dura competencia que se avecina camino a la Casa Rosada.
Como se dijo el pasado domingo, uno de los grandes capitales del radicalismo es que tiene presencia territorial en todo el país; de lo cual carece su actual aliado.
Tanto Macri como Massa no tienen fuerza logística más allá de la capital y provincia de Buenos Aires. Y, si bien el radicalismo fue perdiendo espacios de poder en muchas provincias, aún cuenta con más de 300 intendentes a lo largo de todo el territorio nacional. Pero así como los radicales tienen llegada, carecían de un líder que aglutinara en la actualidad; como había ocurrido, por ejemplo, con Raúl Alfonsín.
Los radicales tienen el problema que si no ganan la interna, no tendrán representante del partido en las generales. No será fácil ni para Sanz ni para Carrió, ganarle a Macri quien junto a Massa y el gobernador peronista de Buenos Aires, Daniel Scioli, son los favoritos en todas las encuestas para las presidenciales de octubre.

La movida oficial
El oficialismo también comenzó a mover sus piezas esta semana. Julián Domínguez pasó de presidenciable a precandidato a gobernador bonaerense. Este peronista de raza oriundo de Chacabuco, finalmente recibió la señal de la presidenta Cristina Fernández para postularse por el actual cargo,
En cuanto a la principal competencia, es decir quién o quiénes serán los candidatos designados por la presidenta Cristina Fernández, se especula que serían al menos dos fórmulas, tanto para gobernador y presidente. Pero ambas listas desembocarían en la de diputados única que, según lo que se va desprendiendo, Cristina podría encabezar. El ultrakirchnerista Carlos Kunkel, que funciona como vocero electoral anticipando las jugadas, manifestó que es probable que Cristina bendiga dos listas para presidente y gobernador. En ese caso, corren con ventaja Scioli y Randazzo. Para la provincia ya está autorizado para competir Domínguez -hasta sería el elegido del papa Francisco- y por otro lado Martín Insaurralde, que después de tantos coqueteos, decidió quedarse en el FpV apoyando al gobernador bonaerense en la carrera presidencial. Con esta estrategia, se acaban las dudas de las personas cercanas a Scioli que creían que había intenciones de no dejarlo competir con el oficialismo. Poro los elogios planteados por la presidenta Cristina Fernández siguen para Randazzo, que estaría cada vez más cerca de ser uno de los bendecidos por la mandataria.

Massa analiza jugadas
Pudo saberse que también el diputado y precandidato presidencial por el Frente Renovador (FR), Sergio Massa, estaría analizando reducir posiblemente a dos los precandidatos a gobernador bonaerense de cara a las Paso. Por lo tanto debería definirse qué sucederá con los lanzados como precandidatos para la gobernación bonaerense, donde figuran el diputado Darío Giustozzi, el ex gobernador Felipe Solá, el diputado Francisco De Narvaez y la diputada Mónica López.
De esta manera ningún partido político deja de mirar la jugada que hace el otro. Si continúa esta tendencia, habría pocos candidatos y con ello, se evitaría la dispersión de los votos.
Hablando de Massa, tuvo un revés esta semana. El oficialismo local, el Frente Renovador de la Concordia de Misiones, finalmente podrá mantener su nombre en las elecciones de este año. Esto porque la Cámara Nacional Electoral confirmó por unanimidad la caducidad del Partido Renovador, conducido por Karla Higa, y que pretendía ser la base donde se asentaría la candidatura a presidente de Massa.
Higa había intentado apoderarse de la citada denominación, luego de romper acuerdo con el partido gobernante.
De esta manera, la jueza electoral Verónica Skanata dictaminó a favor de que el nombre Frente Renovador de la Concordia quede asentado en el Registro Nacional de Agrupaciones Políticas como perteneciente al distrito Misiones.
En consecuencia Massa, quien arribará mañana lunes a Misiones, tendrá que buscar otra agrupación política para competir en la provincia.

Cónclave local
Luego del acuerdo nacional, la Unión Cívica Radical de Misiones también decidirá resolver si irá solo o con un frente electoral en la provincia. La cita es el próximo domingo. El actual candidato a gobernador, Gustavo González, es uno de los impulsores de avanzar hacia un gran frente electoral en Misiones.
De esta manera, luego de hacer valer los votos en la Convención Nacional para que se respete la autonomía de las provincias, los radicales misioneros debatirán si es conveniente concretar alianzas electorales similares o más amplias a lo acordado a nivel nacional.
Entre los posibles aliados figura el PRO Misiones, encabezado por el legislador Alfredo Schiavoni; el Partido Agrario y Social de Héctor “Cacho” Bárbaro, como también pretenden establecer acuerdos con el diputado provincial Claudio Wipplinger, del partido Progreso y Trabajo; e incluir al Frente Amplio Progresista (FAP). Dirigentes de esta última repartición adelantaron que no serían parte de un eventual frente electoral.
La cuestión que se discutió durante la semana tenía como fin definir en internas las candidaturas, como lanzara Schiavoni. A criterio de González, no hay tiempo ni existen mecanismos similares a las Paso nacional, para definir en internas candidaturas entre varios partidos. En consecuencia propuso intentar conciliar un proyecto común y avanzar en los acuerdos.

Administración saneada
El gobernador Maurice Closs sostuvo esta semana que dejará para el próximo gobierno una gestión bien administrada. Por ello, adelantó que en lo que resta de su administración, no hará nada que afecte a la caja o complique la gestión del próximo gobierno.
Ello al plantear la alta posibilidad de la continuidad del partido que lo llevó al poder, aunque sostuvo que si esto no fuera así, de la misma manera se esforzaría para dejar una administración saneada. Aclaró tal situación, tanto por los temores que existen respecto de cómo quedará la gestión del Gobierno nacional, como también sobre los recientes acuerdos salariales. Ya había indicado -con anterioridad- que los Presidenciales en sus distritos “pusieron la vara alta” en términos de acuerdos salariales para no tener conflictos en sus jurisdicciones.
En tal contexto, había añadido que resultó excelente, como conquistas de los gremios, el acuerdo salarial docente y esta semana se avanzó con el acuerdo de la administración pública. Estos incrementos salariales están dentro de las posibilidades de pago de la Provincia y según el mandatario provincial, el aumento es remunerativo, porque en todos sus años de gestión, estuvo presente la política de blanqueo, es decir de incluir los aumentos al básico.
En tal contexto, pidió la colaboración de los gremios para avanzar hacia las recategorizaciones y pases a planta permanente de los trabajadores más antiguos que cumplen tarea en la administración pública.
De esta manera, desde el Gobierno nacional al provincial, se avanza en la gestión para concluir el mandato en diciembre pero, también en forma progresiva se observa y prepara terreno, para la nueva contienda electoral que, por ahora, en el caso de Misiones, se mantiene en la misma fecha establecida por la Nación.