Río revuelto

Domingo 19 de abril de 2015
Foto: Dibujo: Latree '15
El oficialismo tuvo un buen inicio de semana tras el holgado triunfo que logró Juan Manuel Urtubey el pasado domingo en las primeras Paso concretadas en el país. Fue interpretado por el kirchnerismo como una medalla propia en el amanecer de un largo año electoral. Todos llegaron hasta esta provincia para conseguir la foto en el primer triunfo oficialista.
A los 45 años, y encaminado hacia su tercer mandato como gobernador de Salta, Urtubey ya avisó que tiene objetivos presidenciales para 2019. Aún habiendo manifestado diferencias con el modelo nacional en el último tiempo, terminó reuniéndose con la presidenta Cristina Fernández.
Pero la adrenalina política no se detiene. Después del breve festejo, más provincias se ponen a prueba y en consecuencia, el oficialismo quiere ratificar el buen arranque aunque tiene un difícil desafío. Es que si bien las miradas de las Paso están puestas en qué candidatos logran imponerse en sus internas como resultado general de esta primera gran encuesta, cada fuerza política apuesta a volcar el caudal electoral en el Congreso, donde se renovará la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado. Entre los objetivos se encuentran conservar las bancas actuales e intentar acrecentar esa representación. En ese camino las provincias de Mendoza y Santa Fe, tendrán así su primer test electoral. A diferencia de Salta, donde el oficialismo festejó su primer triunfo, los dos distritos que vienen, tienen un gran peso electoral. Por lo tanto, nuevamente los principales presidenciables de la oposición como Mauricio Macri o Sergio Massa y hasta Margarita Stolbizer, se juegan una interesante parada.
De obtener un buen resultado, no solo minimizaría lo logrado por Urtubey, sino que les permitiría posicionarse para enfrentar desde ese lugar de fortaleza la pelea mayor que se viene en octubre, camino al sillón de la Casa Rosada.
Quizás de los candidatos opositores nombrados, sea Macri quien más arriesga y sobre todo necesita de un triunfo, al no haber podido ganar su candidato a intendente en Salta.
Un triunfo con seguridad le daría un nuevo impulso al macrismo para salir del amesetamiento en la intención de voto. El PRO arrancó muy alto en Santa Fe con Miguel del Sel, pero a medida que se acercaba la fecha electoral, el progresismo emparejó la jugada y se empezó a hablar de una gran paridad.
Lo cierto es que el massismo también necesita agitar una bandera de triunfo al observar que un competidor directo como Daniel Scioli, encabeza los sondeos actualmente.
Quizás por eso también Sergio Massa se metió en la disputa todavía irresuelta entre los radicales por el acuerdo con Macri. En Mendoza, aprovechando los preparativos de las Paso se habían reunido Julio Cobos y Massa para hablar sobre posibles resultados electorales pero sobre todo evidenciar que también hay sectores del radicalismo que buscan alianzas electorales más allá de PRO y pese al acuerdo celebrado en Gualeguaychú; donde los radicales encabezados por Ernesto Sanz habían ganado la pulseada interna sobre quienes sería sus aliados.
Lo cierto es que aquella foto de un Massa sonriente con Cobos no hizo más que seguir recalentando la interna radical.
Sánz resolvió redoblar la apuesta e invitó a todos los candidatos a gobernador de la UCR a compartir un almuerzo hoy en Mendoza, de paso para mostrar unidad mientras aguardan los resultados de la elección, ante un inminente triunfo del radical Alfredo Cornejo, cuya figura se encuentra primera en las encuestas y es disputado por igual por macristas y massistas. De esta manera, tanto los radicales que hicieron alianza con el PRO, como los que no compartían este acuerdo y quedaron de lado, esperan un triunfo en las Paso de Mendoza y de ser así, ambos sectores festejarían.

Tiempo de pesca
Pero ya se sabe cuando se producen situaciones confusas o desavenencias, siempre habrá quien intente sacar beneficio aprovechando tales circunstancias. De allí, aquella famosa frase “a río revuelto ganancia de pescadores”. Y en política los hábiles dirigentes saben dónde lanzar sus redes. En ese sentido, en un intento por seducir a un sector del radicalismo, la presidenta Cristina Fernández participó esta semana del congreso del Radicalismo Popular, que lidera Leopoldo Moreau. Esta ala alfonsinista, había quedado enfrentado con el resto del partido Centenario tras el acuerdo sellado entre la fracción de Ernesto Sánz con Propuesta Republicana liderada por Mauricio Macri.
Moreau planteó que nunca había soñado estar entre tantas banderas radicales acompañando el proyecto nacional y popular. Y, la mandataria nacional, fue la encargada de cerrar el acto. Rememoró, luego de aclarar que estaba allí no como presidenta sino como militante, la antigua rivalidad entre el peronismo y radicalismo. Definió como los dos partidos nacionales, populares y democráticos, aunque observó que lo de democrático lo incorporó más tarde el peronismo. Además resaltó el papel de la política en la construcción del futuro del país.
De esta manera se hizo público y se trasladará a un documento lo que en la práctica ya sucede. Está claro que Moreau viene apoyando las medidas del Gobierno y suele realizar férreas defensas a la Presidenta. A su vez, esta fracción de la UCR, buscará tener lugar en las listas del oficialismo en los futuros comicios.
Esta movida política no representó el primer guiño oficial de sumar a quienes estuvieron en desacuerdo con el frente concretado entre la UCR y el PRO. En forma previa el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, había invitado a quienes no compartían aquel frente electoral, como sucedió también con parte de la Coalición Cívica a ser parte del oficialismo.
Pero ya se sabe, nada es gratis; menos en la política. Aprovechando que algunos radicales aparecieron sonrientes cerca de Cristina, fue el propio Sanz, en su calidad de presidente del Comité Nacional de la UCR, quien anunció que tramitará el proceso de desafiliación de Moreau, después del acto que compartió éste con Cristina.
Sánz planteó que Moreau es un dirigente que supo ser radical, pero hace muchos años tomó el camino de acercarse y formar parte del proyecto del Gobierno. El titular de la UCR, al mostrarse decidido, argumentó que hay muchas denuncias contra Moreau y que, por eso, el Tribunal de Ética del partido está tramitando la desafiliación del dirigente. De concretarse tal sanción seguiría los mismos caminos de los radicales misioneros María Losada y Hugo Escalada. Ambos, luego de estar en el programa ultra oficialista 678, también emitieron otro claro paso hacia el Frente para la Victoria, principalmente Escalada que apareció fotografiado muy cerca de la mandataria nacional durante el citado acto.

Pateando polvareda
En Misiones hay fuerte movida política. Ello, a pesar de que aún faltan para las elecciones que todo indica sería en la misma fecha que las nacionales, es decir las Paso en agosto y las generales en octubre. Tanto el oficialismo local, como los opositores tuvieron una semana de intensos encuentros, reuniones y hasta actos partidarios. En este último sentido, en el Club Tokio de Posadas en un acto mutitudinario volvieron a levantar los estandartes del peronismo en la provincia y la bandera de Daniel Scioli presidente 2015. El acto estuvo encabezado por el conductor nacional de Peronistas Sin Fronteras, Alejandro Arlía, junto al padrino de PSF y hermano del gobernador bonaerense, José “Pepe” Scioli, acompañados por el ex futbolista Daniel “Chino” Tapia, y el ex corredor de TC, Marcos Di Palma, así como referentes locales y funcionarios provinciales.
Arlía y Pepe Scioli, como hicieron en reuniones previas con sectores de la producción, industriales y comerciantes, siguieron el mismo eje para hablar de la unidad y el federalismo que impulsa el precandidato presidencial, recuperando el valor de las economías regionales, fomentando la producción y la industria nacional.

Una sola lista en la renovación
Quien tuvo una semana movidita fue el candidato a gobernador por la renovación Hugo Passalacqua. En encuentros partidarios confirmó que el gobernador Maurice Closs se postulará como candidato a diputado nacional y dejó entrever que la fecha de las elecciones provinciales se mantendría como las nacionales, aunque aclaró que ello es una cuestión que anunciaría el mandatario provincial.
Lo cierto es que esta semana, dio más detalles de cómo se irá armando la estructura oficial. Citó a Joaquín Losada como el futuro intendente de Posadas y deslizó que Eduardo “Balero” Torres sería integrante de su equipo de gobierno. Otro dato lanzado es que la renovación iría con una sola lista, donde citó que Closs traccionaría como candidato.

De alianzas y propuestas
En similar campaña, el legislador del PRO, Alfredo Schiavoni prometió en Leandro N. Alem transformar a Misiones en un lugar donde todos quieran vivir. Fue en un encuentro con vecinos, comerciantes y empresarios de la zona. En claro proceso de armado de equipo, indicó que cuenta con gente muy valiosa de diferentes ámbitos. De esta manera Schiavoni, se presenta como candidato a gobernador por la fuerza política que conduce Mauricio Macri.
Ello, en momentos en que aún continúan las negociaciones con la Unión Cívica Radical para concretar un frente electoral. De la misma manera, dirigentes radicales se encuentran intentando cerrar acuerdo con Cacho Bárbaro y Claudio Wipplinger, entre otros dirigentes y partidos. La idea es que para fines de abril, ya esté resuelto la posible conformación del frente provincial. Lo que estaría descartado es una eventual interna para determinar candidatos.
Pudo saberse además de este armado, que el postulante a gobernador por la UCR Gustavo González habría declinado participar de una convocatoria realizada por el partido en Mendoza, porque en la jornada de hoy estaría acompañando el lanzamiento de un candidato a intendente en San Pedro.

Tensión y resolución
Nuevamente algunos integrantes de la fuerza de seguridad intentaron intranquilizar a la sociedad, con un inesperado acampe y protesta en la Comisaría de Santa Ana. Esta vez un reducido número de policías pretendieron desconocer los acuerdos salariales de la mesa de enlace e incluyeron diversos y dispersos reclamos, que generó más rechazo que adhesión. Los superiores llegaron hasta el lugar e intentaron disolver el reclamo mediante el diálogo. Tras el rechazo de tal intervención y al romper la cadena de mando, el gobierno resolvió actuar. Esta vez lo hizo de manera rápida y efectiva, ya no había margen para negociar nada. Se determinó luego que fueron 22 los insurgentes, que pretendieron -por la fuerza- imponer sus razones. Está claro que no se puede permitir que mediante el caos como intermediario, se pretenda conseguir mejoras en sus condiciones laborales. En principio, la cuestión salió de los límites establecidos por las normas legales en una sociedad democrática. Ahora, es justamente la justicia la que determinará la responsabilidad de cada uno de estos uniformados que quebrantaron la ley.