Ironman

La prueba más exigente del triatlón en el mundo se llama Ironman. Con similar denominación, Iron Man (hombre de acero) es el superhéroe que aparece en los cómics, y que como se sabe, luego de caer gravemente herido por una bala construye una poderosa armadura para salvar su vida y escapar de su cautiverio. Luego utiliza esa armadura para proteger al mundo. La última es producto de la ficción y la primera de una competencia que incluye natación, ciclismo y maratón, y tiene un alto nivel de exigencia para lograr los objetivos. Los triatletas que compiten deben entrenar duramente por meses para esta prueba, por lo que muchos lo consideran como el deporte más difícil de la historia. El campeonato del mundo se lleva a cabo en Hawái todos los años, pero se realizan sesiones clasificatorias en varios países. En todo el mundo, hay otra competencia a la que suelen aspirar muchos, participar muy pocos y naturalmente llega sólo uno a la meta. Se trata de la carrera política hacia la Presidencia de la Nación. En la Argentina, hace ya un buen tiempo ha comenzado. Como en toda competencia, algunos que consiguen desde los primeros meses algunas ventajas y otros, por los más diversos motivos, comienzan a rezagarse. Según varios sondeos, a esta altura de la carrera, el gobernador bonaerense Daniel Scioli marcha primero en la intención de voto entre los presidenciables para 2015, seguido de cerca por Mauricio Macri, cuando falta exactamente un año para el recambio presidencial. El aspirante sabe que debe sortear diversos obstáculos para llegar a la meta; es como participar del citado conjunto de disciplinas. Quizás para Scioli, aquel último congreso del Partido Justicialista haya sido como volver a subirse a su lancha, la Gran Argentina. Porque desde entonces, como buen competidor de motonáutica, empezó a sacarle ventaja a sus compañeros-rivales. Sergio Urribarri, Florencio Randazzo, Agustín Rossi, Julián Domínguez, Aníbal Fernández, y hasta Jorge Taiana o quien es considerado el tapado del oficialismo, Axel Kicillof, vienen muy retrasados. Por eso, dentro de los aspirantes del Frente para la Victoria, Scioli logra enormes ventajas. También en la competencia, otros dirigentes, desde la oposición, vienen abriéndose camino. Por esta razón, nadie puede quedarse dormido sobre los laureles, porque la competencia sigue por tierra y aire. Por eso, el gobernador bonaerense y precandidato presidencial voló hasta Miami para participar del encuentro anual de la Fundación Clinton, donde Scioli se mostró junto al ex mandatario de Estados Unidos Bill Clinton, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, el empresario Carlos Slim y el titular del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno. Allí se habló sobre los desafíos a futuro en materia de calidad de vida, nutrición, educación y cambio climático. Su inmediato competidor por el PRO, no se quedó atrás. Mauricio Macri cruzó el Atlántico para una gira internacional, donde entre otros tomó contacto con la canciller alemana Ángela Merkel. Previo a su viaje, como buen conocedor de los medios copó la parada política de la semana al sacudir las banderas del kirchernismo como lo son las cuestiones de derechos humanos. Había planteado Macri la existencia de “un curro con los derechos humanos”. Entre otros, se mostraron de acuerdo con tal expresión el ex fiscal del juicio a las juntas militares, Julio César Strassera, al añadir que tanto Madres de Plaza de Mayo como Abuelas reciben dinero del Estado. Y citó como malos ejemplos lo que pasó con la construcción de las viviendas de Schoklender y Hebe de Bonafini y hasta Estela de Carlotto, que agravió en su momento gratuitamente al papa Francisco y luego se disculpó porque supuestamente estaba mal informada. Fue la propia presidenta Cristina Fernández quien salió al cruce de las críticas y desafió a los aspirantes presidenciales a que se pronuncien sobre cuál va a ser su política de derechos humanos, y apuntó especialmente contra Macri, al afirmar que le da bronca y pena que se califiquen de curro las medidas adoptadas por el Gobierno en la materia.
Siguiendo con la carrera presidencial, quien tuvo un inesperado freno fue el massismo. Sergio Massa venía con un fuerte envión, a raíz de los buenos resultados obtenidos en las últimas elecciones, pero en estos momentos quizás tanto trajín no lo favorezca y comenzó a retrasarse, por agotamiento personal o falta de nuevas estrategias para abrirse camino, quedando más clara la polarización a favor de Scioli y Macri.  También estos candidatos se ven favorecidos por el sacudón reciente que tuvo el Frente Amplio Unen con el alejamiento de Lilita Carrió. Todavía están midiendo los daños en el frente opositor, y algunos siguen insistiendo en la necesidad de hacer una gran interna en las Paso junto a Macri y a Massa, para tener posibilidades ciertas de vencer al oficialismo. Aún faltan doce meses para conocer quién es el hombre o, por qué no en medio de la carrera, alguna mujer de acero que aparezca disfrazada de Iron Man y logre sortear todos los obstáculos hasta llegar a la presidencia.

Empantanado
Sobre llovido, empantanado. Así está en estos momentos el vicepresidente Amado Boudou, tras la decisión judicial de elevar a juicio oral y público la causa en la que está procesado por presunta falsificación de documentos de un automóvil. De esta manera, la única carrera que puede desarrollar de aquí en más Boudou es en su propia defensa ante la decisión adoptada por el juez federal Claudio Bonadio. Iría a juicio oral, en medio de una intensa campaña política del próximo año. Por ahora, el oficialismo se mostró decidido a no soltarle las manos. El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, fue el encargado desde el oficialismo de ratificar la estabilidad en el cargo del vicepresidente. Esto, respondiendo además a los constantes reclamos efectuados por la oposición para que al menos solicite licencia hasta que se resuelva la causa. Por ahora, el Gobierno lo sostiene basado en aquel principio de inocencia, como establece la Justicia argentina. Más allá de la cuestión legal, es evidente que es una situación sumamente incómoda sostener desde lo político a este funcionario que acumula varias sospechas en su contra. Sus pares en la Cámara Alta reiteran en cada sesión que deje de presidir el Senado, hasta que se aclare la situación.

Dos esperadas leyes
Hablando del Senado de la Nación, en dicho ámbito legislativo hay dos proyectos clave para la región que esperan su aprobación definitiva en las dos sesiones que restan este año. Se trata de la Ley de Envasado en Origen del Mate y la reforma de la ley del Inym. Ambas son sumamente importantes para garantizar la producción, la primera para cuidar a la zona productora como son Misiones y Corrientes, y la segunda para simplificar la forma de definir los precios de la materia prima. Esta semana todo estaba dispuesto para el tratamiento definitivo de la primera norma, pero luego se sacó de los temas del día a ser tratados. Esto hizo que vuelva a esperar su turno y quizás en esta nueva semana se la pueda tener aprobada, pero para ello está visto que se requiere un gesto de grandeza de los senadores de ambas provincias del NEA para avanzar en un acuerdo, teniendo en cuenta algunas reformas introducidas por presión de legisladores de otras provincias como Córdoba y Santa Fe. Como se recordará, el proyecto de Ley de Envasado en Origen había perdido vigencia el año pasado, al no haberse aprobado a tiempo, y ahora está corriendo el mismo riesgo. En cuanto a la aprobación de la reforma del Inym, también se estarían esperando gestos para avanzar en su aprobación. Al haberse aprobado en Diputados uno de los proyectos que no habían sido consensuados por los senadores, desde este último Cuerpo se mantiene frenada la iniciativa. El titular de la Comisión de Industria y Comercio del Senado de la Nación, Nito Artaza, recomendó a los diputados a ingresar al orden del día el proyecto girado por la Cámara Alta, y de esta manera estaría siendo aprobado sin mayores trámites. De lo contrario, sostienen que desde el Senado insistirían con reenviar el proyecto consensuado y no haría otra cosa que retrasar la aprobación. Por las escasas sesiones, se corre el riesgo de que termine el año sin la aprobación de ninguna de estas leyes, y en consecuencia transcurra otro año perdido entre posiciones individualistas y debates estériles.

La imagen de la semana
Fue una de las sesiones especiales más esperadas de la Cámara de Diputados de la provincia. La convocatoria formal era la elección de autoridades. Días previos ya se sabía cómo se disponían a votar la mayoría de los legisladores, tanto oficialistas como opositores. La renovación había decidido hacerlo en conjunto. El presidente del Bloque Renovador de la Concordia, José Dieminger, fue el legislador oficialista elegido para dar a conocer la postura de la mayoría y postular a Rovira para un nuevo mandato, además de las otras autoridades. El desarrollo en sí de la sesión no representaba grandes sorpresas, a excepción de que en medio de la votación, la Unión Cívica Radical terminó dividida en dos, generando incertidumbre de cara a las elecciones del próximo año. Pero la mirada de todos estaba puesta en el escenario central. Por protocolo y como corresponde, en el centro estaba sentado Rovira, a su lado, a la izquierda el gobernador Maurice Closs, y a su derecha,  Hugo Passalacqua. Era sin dudas la foto del día, por el regreso del conductor de la renovación tras su operación del corazón y porque la imagen de los tres dirigentes sentados en una ceremonia formal mostraba cómo seguía avanzando el oficialismo misionero. No hubo palabras ni referencias al respecto; no fue necesario, la imagen despejaba cualquier duda. En su alocución, Rovira se dedicó a agradecer a los médicos y profesionales en general que lo ayudaron a sortear la dura prueba en su salud.  Habló de búsqueda de la excelencia en la labor legislativa y de sostener la gobernabilidad. Pero también incomodó a algunos al sostener la existencia de injusticias, mentiras y traiciones, que planteó haber superado basado en su fe. De esta manera, volvía a la arena política, según dijo, para servir al pueblo y a contribuir con un proyecto político, en este caso incluyendo a sus acompañantes del estrado, que llevan adelante de cara al pueblo misionero. Hay coincidencia mayoritaria en que la foto de ese día será similar a la de cuando se lance formalmente la fórmula para competir en las elecciones del próximo año. La imagen para entonces estaría completa con un integrante más, es decir, con el compañero de fórmula.
Esto claro, siempre y cuando no haya cambios, ya que la política partidaria siempre es muy imprevisible. Por ahora se conoció que los militantes tendrán días de descansos por las fiestas. Se recomendaría que no se excedan de peso, con tantas tentaciones y comidas de fin de año, porque luego de los augurios por un buen 2015, todos tendrán que estar en forma para competir -en pleno verano- por la carrera local hacia la gobernación. Tras el mismo objetivo también se encuentra la oposición, que por ahora no logra mantenerse sólido y complica posibles alianzas, como se insinúa cada tanto entre el radicalismo, el Pro y hasta el Partido Agrario y Social. Lo cierto es que todos tendrán que prepararse, solos o en equipo, para sortear los diversos obstáculos que deberán enfrentar, como la citada y exigente competencia internacional.