Dicen que el esperado segundo semestre llegó un año tarde

Miércoles 28 de junio de 2017
Cotización en pizarra porteña
Economistas coincidieron ayer en que con un año de demora llega finalmente el segundo semestre al que aludió el Gobierno al asumir en diciembre de 2015, aunque advirtieron acerca del consumo, que crece poco, y la posibilidad de shocks externos que corten el financiamiento.
El diagnóstico correspondió a Miguel Kiguel, director ejecutivo de Econviews; Orlando Ferreres, presidente de Orlando J. Ferreres y Asociados; Marina Dal Poggetto, socia del Estudio Bein, y Marcos Buscaglia, socio en Alberdi Partners, quienes participaron de un panel sobre la macroeconomía nacional en la tercera edición del Financial Summit de La Nación, en el Museo de Arte Latinoamericano de esta capital.
“La buena noticia es que finalmente llega el segundo semestre, un año atrasado pero llega. La economía crece, despacito, como dice la canción, pero hay un proceso de recomposición”, observó el economista.
Para Kiguel, “en el sector agropecuario, energía, petróleo y gas, empezamos a ver movimiento. Es una reactivación muy despareja, en sectores y en regiones. Al consumo, en cambio, le cuesta arrancar, pero la masa salarial está empezando a crecer después de mucho tiempo. No había opción al gradualismo”, consideró.
Ferreres, por su parte, dijo que a su consultora el crecimiento del Producto Bruto le da 4 por ciento entre abril de este año y el del año pasado. “Hay una orientación gradual que está dando resultados. Salvo el consumo, los números dicen que lo demás va bien. Se eligió una salida gradualista y yo soy optimista”, expresó.
Para el economista, “la industria va a arrancar, con diferencias. Para los que venden a Brasil, mal, esos no van a mostrar el camino. Los demás sectores están esperando que pasen las elecciones para ver hacia dónde se va. Si después de las elecciones sigue todo igual ahí sí es para preocuparse”, señaló.
Dal Poggetto matizó que “si bien la economía arrancó y hay un aumento del ahorro y del consumo, este último se da afuera, como en Chile. La Argentina se cerró mucho los últimos años, y eso tiene consecuencias. Por ejemplo el vino chileno entra a Europa sin arancel, y el vino argentino con uno de 14, 15 por ciento”, comparó.
Sin embargo, alertó que actualmente no hay un consenso social para pasar de una economía cerrada a una abierta.

El peligro externo
Sobre la inflación, Poggetto estimó que “entre julio y octubre va a estar entre 1 y 1,5. Es tendencia. Al final del año va a depender de cómo siga la agenda tarifaria”.
Mientras que Buscaglia, precisó que “lo que empuja a la economía es el sector agrícola. Es un origen distinto a la recuperación de los cuatro años anteriores”.
Asimismo, el economista alertó sobre lo que podría ocurrir con la marcha de la economía en caso de producirse eventos en el exterior con impacto nacional.
“Si se produce un shock externo será un problema grande, porque el gradualismo dejaría paso a un ajuste que habría que hacer a los ponchazos”, sostuvo.

Dujovne negó repunte de la inflación

El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, aseguró ayer que la variación en el tipo de cambio "ya no es una preocupación para las familias" y destacó que la reciente suba del precio del dólar se da "con una inflación yendo para abajo". En declaraciones a radio Mitre, el funcionario valoró que el reciente incremento de la divisa norteamericana, "se ha producido en momentos en que la inflación se está consolidando en un movimiento descendente", algo que era "muy difícil de ver en el pasado".
"Estamos pudiendo conjugar un tipo de cambio que puede flotar para arriba con una inflación yendo para abajo, algo que era muy difícil de ver en el pasado, donde los precios estaban muy vinculados con lo que ocurría con el tipo de cambio", sostuvo. Al respecto, negó que durante junio se haya producido un repunte en el nivel de precios, tal como lo indicaron en las últimas horas algunas consultoras privadas, y ratificó que rondará el 1,5 por ciento. "Empezamos a consolidar cifras del 1,5, cuando veníamos de números peores en la primera parte del año. Estamos contentos con el proceso. Y lo que queremos es acercarnos al 1 por ciento a fin de año", explicó.
De todas formas, aclaró que es un "proceso largo y difícil" en el que puede haber "avances y retrocesos", aunque resaltó que las expectativas de inflación hacia el futuro también bajaron.
Según el ministro, los economistas que responden la encuesta mensual del Banco Central "piensan que dentro de 12 meses la inflación va a estar en el orden del 17% y que para 2018 va a ser del 15%". Y agregó: "Realmente creo que estamos consolidando el proceso de desinflación en la Argentina, con expectativas hacia abajo, y por eso las familias se animan a tomar créditos largos, a 30 años. Pero sí, es un proceso largo". Por ese motivo, pronosticó una baja de las tasas de interés para los próximos meses, aunque aclaró que no sabe de qué porcentaje será porque "el Banco Central es independiente".


El dólar cerró ayer a $16,70 y alcanzó así nuevo récord
BUENOS AIRES. El dólar subió a $16,70 para la venta en el promedio de bancos y casas de cambio de esta ciudad, con lo que quedó en zona de máximos históricos, en línea con la ganancia que la divisa registró en el segmento mayorista, mientras el euro saltó a $20.
El dólar mayorista, que marcó ayer máximos en $16,46 a media rueda, cerró con un alza de ocho centavos ó 0,49% a 16,40 vendedor en pesos. El volumen operado ascendió a 504 millones de dólares en el mercado de contado (spot), mientras en los futuros se negociaron 47 millones en el Mercado Abierto Electrónico (MAE) y 603 millones en el Rofex (la posición diciembre 2017 cerró a 17,94 pesos, un alza de 0,03%). Las reservas internacionales del Banco Central cerraron el viernes en 45.683 millones de dólares, según se desprende de datos provisorios oficiales.
En el circuito paralelo, el dólar subió a $16,75, cinco centavos ó 0,30%. Y los tipos de cambio implícitos en las operaciones bursátiles,  el dólar "contado con liquidación" y el dólar bono operaron en la zona de $16,40.
En el mundo, el dólar se vendió a 1,134 por euro, a 1,28 por cada libra esterlina y a 3,32 reales en San Pablo, Brasil. En la Argentina, el euro se ofrecía a $20, mientras el real se vendía a $5,05.