Denuncian caso de apremios en la comisaría de Wanda

Jueves 24 de abril de 2014
Exceso de autoridad. | Además de los golpes, también le robaron una alianza.
Una nueva denuncia por apremios ilegales en las comisarías de Misiones se conoció ayer cuando Mario Albrecht (52) denunció que su hijo de 19 años fue violentamente golpeado en una de las celdas de la dependencia policial de esta localidad, acusado erróneamente por el robo de una motocicleta.
“Esto es un desastre. Ellos lo sacaron de mi casa arrastrándolo por el piso” expresó este trabajador de la zona Norte en diálogo telefónico con El Territorio.  Es que cerca de las 11.30 del último sábado la Policía ingresó a su vivienda violentando las puertas y se llevó detenido a Jonathan Albrecht (19) bajo el justificativo de que tenía que “ir a declarar a la comisaría”.
Hasta ese momento, la Policía investigaba el robo de una motocicleta y obtuvieron las filmaciones de una cámara de seguridad en la que observaban a este joven empujando un rodado por las calles céntricas de esta ciudad. Con este hallazgo los efectivos se dirigieron hasta su vivienda en el barrio San Antonio y lo apresaron sin mediar palabras ni mostrar ninguna orden que autorice el accionar.
Según las palabras de Mario, el hecho documentado en las cámaras es cierto pero las circunstancias fueron totalmente diferentes. La motocicleta fue un regalo que  la víctima recibió hace un tiempo de parte de su madre y por el momento se encuentra con fallas técnicas que dificultan el arranque y por eso estaba empujando la moto. Más tarde, cuando Mario se presentó en la comisaría para ver a su hijo demostró los papeles que constataban la legalidad del ciclomotor aunque le denegaron la liberación del muchacho.

Pesadilla tras las rejas
Jonathan pasó más de un día detenido en un calabozo en condiciones insalubres, donde fue arrinconado por tres efectivos que ingresaron a la celda y comenzaron a golpearlo violentamente con golpes de puño y patadas en distintas partes del cuerpo.
Cuando su padre se presentó en la dependencia policial, intentó verlo pero el pedido no fue autorizado por el comisario encargado, quien además aseguro que el joven se encontraba en buenas condiciones y que se “quede tranquilo que no le hicieron nada”. Horas más tarde Mario regresó y observó que la situación era muy diferente.
Jonathan presentaba varios golpes y cortes en la zona del rostro y además confió que le dolía mucho el estómago como consecuencia de los golpes propinados por los efectivos, entre los cuales identificaron a un cabo llamado Antonio Fernández, sobre el cual también recayó otra grave acusación.
En ese momento la bronca invadió en el cuerpo de Mario, sintió como propias las heridas que su hijo presentaba. Inmediatamente exigió la liberación del muchacho mientras cuestionaba el accionar de todos los policías presentes, como así también la labor del comisario con quien había hablado pocas horas antes y le había asegurado que su hijo estaba en buenas condiciones.
Según su testimonio, en primera instancia le denegaron la visita porque Jonathan estaba perdiendo sangre en la zona de la boca y debajo del párpado por las heridas sufridas.
El joven fue liberado a las 21 del domingo aproximadamente e inmediatamente fue trasladado al hospital local por su padre donde fue sometido a estudios médicos para constatar el grado de las lesiones y preservar su salud. Las placas practicadas revelaron que no había fisuras ni rotura de huesos pero si denotaban traumatismos en el tórax.
Como si el abuso policíaco fuera poco, este padre también denunció que el mismo Cabo Fernández le robó la alianza que Jonathan portaba en un dedo, el cual también era un regalo de su madre. Además, tuvo que insistir varias veces para que le devuelvan los papeles de la motocicleta por la que se generó el confuso episodio.
Asimismo, Mario manifestó que hasta el momento no tuvieron ninguna novedad sobre el supuesto video por el cual detuvieron a su hijo y además, según se supo, por el caso fueron apresados otros dos jóvenes de la misma edad que también sufrieron los maltratos de la fuerza, aunque desconoce sus paraderos.
La correspondiente denuncia por el hecho fue derivada al juzgado de Puerto Iguazú desde donde le confirmaron que recién para la semana que viene habría novedades en cuento a la investigación sobre estos efectivos acusados.