Cónclave para monitorear el Cuñá Pirú y frenar el deterioro

Martes 22 de agosto de 2017
Un encuentro de guardaparques, ex convencionales que redactaron la Carta Orgánica Municipal, concejales actuales y anteriores, funcionarios municipales, ecologistas, emprendedores del rubro turismo, docentes, integrantes del Comité de Cuenca, técnicos y profesionales interesados en preservar y proteger el paisaje del valle Cuñá Pirú se realizó en la Casa del Bicentenario.
El debate fue profundo y por momentos apasionado. Dejó en claro la ausencia de organismos pertinentes para su riguroso control para evitar la notoria degradación de uno de los parques más pintorescos y ricos en biodiversidad de la provincia.
La planeación territorial en ese territorio superpone varias competencias: la Universidad Nacional de La Plata -que habría cedido su pertenencia a la Nación- está demorando su transferencia a la Provincia, la desmedida intrusión en picadas Kolmayer y Hermana Margarita, el avance de habitantes del barrio Municipal sobre otro sector del parque, algunos propietarios lindantes que avanzan con sus chacras de cultivo intensivo sobre el mismo territorio, y la presencia latente de las comunidades mbyá guaraníes asomaron en el debate.
Varias definiciones se entrecruzaron entre la convivencia y el desacuerdo: paisaje protegido, la diversidad cultural, sustentabilidad  y la problemática ambiental; el entramado de los sistemas políticos, sociales, económicos y tecnológicos junto con los contextos culturales de una sociedad que fue desencadenando una inercia de deterioro eco sistémico.
La convocatoria, que surgió desde el interés privado y vecinal, busca consensuar mecanismos para revertir -o al menos neutralizar- ese proceso y lograr la sustentabilidad ambiental.
Varios de los presentes citaron la falta de reglamentación de leyes importantes, el incumplimiento de la Ley de Bosques, la falta de recursos para que los guardaparques cumplan sus tareas.
“Debemos recuperar el túnel verde”, sentenció Rulo Bregagnolo, los guardaparques contaron de controles que hicieron en las nuevas chacras de Picada Margarita, “donde se hicieron las peores prácticas agrícolas y ambientales, se hizo todo lo que no debía hacerse”.
Se lamentaron las quemas, se habló de la incorporación a este grupo de trabajo de las comunidades -una sola mujer guaraní participó de este cónclave-. Hubo mención al frecuente atropello de aves y mamíferos por la alta velocidad del tránsito. Sin embargo una emprendedora de turismo reconoció “la ruta provincial 7 vende por sólo transitarla”.
Lo positivo es que un sector de la comunidad tuvo en cuenta el abandono del Valle del Cuñá Pirú -parte del Parque Provincial que contiene también el Salto Encantado- y se puso al frente de una ciclópea meta: retomar el cuidado de un patrimonio caro a los intereses y afectos aristobuleños. Se formará una comisión especial que buscará -en primera instancia- el cumplimiento de ordenanzas y leyes vigentes.