Ayelén, figura del Lago de los Cisnes

A los 28 años, la bailarina Ayelén Sánchez, quien fuera integrante del Ballet Provincial del Parque del Conocimiento y recientemente promovida a solista en el Teatro Colón, hacía anoche su debut en una obra cumbre del repertorio.
La primera vez que la bonaerense Ayelén Sánchez pisó el escenario del Colón fue para salir corriendo, junto con otros brujitos, de abajo de la capa del hechicero Von Rothbarth. Dieciocho años después, y con un recorrido hecho en el cuerpo de baile, regresa a El lago de los cisnes para bailar por primera vez en el emblemático rol protagónico de Odette-Odile.
La última vez que El lago... se presentó en el Teatro Colón fue en 2015. Esta vez el Ballet Estable, dirigido por Paloma Herrera, volvió al clásico de Chaikovski, por siete funciones, ahora con coreografía de Mario Galizzi.
Así definió a Ayelén el diario La Nación en una nota publicada: “es una bailarina de perfil bajo, incluso en el tratamiento que le da a su vestuario: pinta sus zapatillas para bajarles el brillo del raso. Tiñe las cintas con té para que entonen con las medias. Y en la sección de peluquería del teatro subrayan que no tiene aires de diva, que se peina muy bien sola. No es una artista demandante”.
Tras egresar del Instituto Superior de Arte del Teatro Colón comenzó a golpear las puertas que le permitiesen vivir de la danza. Poco más de ocho años le llevó tener entre sus manos el título de bailarina, y tras varios intentos fallidos de búsqueda laboral en Buenos Aires, en 2009, se convirtió en la primera bailarina del Ballet Provincial de Misiones que dirige la maestra Laura de Aira desde 2005.
Su cariño por la tierra roja se lo debe, en parte, a su tío y primos que viven en Villa Sarita. Tantas vacaciones, tantos paseos y el apego a ciertas tradiciones, como el fanatismo por el Club Guaraní Antonio Franco, la ayudaron a sobrellevar el cambio de hogar.
Hoy, Ayelén vuelve a deslumbrar en el mayor escenario de América del Sur, con un clásico inolvidable.