A un mes del asesinato de Ríos y Antúnez, aún no hay detenidos

Viernes 18 de agosto de 2017
Los jardinenses fueron embosacados y acribillados el 19 de julio en la BR 163.
El nombre de Martín Ríos en un juicio por narcotráfico en la ciudad de Posadas revivió todas las especulaciones sobre su muerte y la de su amigo Tata Antúnez (24) en la localidad brasileña de Realeza, a unos 70 kilómetros de la frontera con Comandante Andresito. Justamente mañana se cumple un mes del luctuoso hecho y hasta ahora no se han concretado detenciones al respecto, según confirmaron desde la Policía Militar del vecino país.
Más allá de eso,  El Territorio pudo saber que en los últimos días se estuvieron incorporando los informes solicitados por la Justicia y todo indica que la parte investigativa está llegando a su fin y sobre esas conclusiones se pueda ordenar algún tipo de medida. El secreto de sumario dispuesto y el hermetismo con el cual se manejan las fuerzas vecinas hizo que todo este tiempo hizo que no trascendieran mayores detalles.
La familia de las dos víctimas siguen muy de cerca la pesquisa  y una de ellas estaba ayer en  Realeza para interiorizarse sobre como avanza todo. También las fuerzas brasileñas han organizado reuniones con comisiones de la Policía de Misiones en Brasil para el intercambio de informaciones. Se pudo saber, a cuenta gotas, que algunas personas ya han sido identificadas mediante el peritaje del teléfono de Tata, pero sin precisiones.
Según se reconstruyó hasta el momento, Ríos y Antúnez cruzaron cerca de las 17 del miércoles 19 de junio y fueron asaltados por varias personas muy poco después de ello. Tata Antúnez fue el primero de los jardinenses en ser hallado sin vida. Esto ocurrió cerca de las 18.30 ese mismo día por efectivos locales, tendido entre la cinta asfáltica y la banquina de la ruta BR 163.
A su lado, la policía encontró una pistola Bersa calibre 380, como así también un proyectil calibre 38 y una gorra negra. Si bien la policía sospecha que pertenece al muchacho, el hermano de la víctima sostuvo que Tata no llevaba dicha arma y que nunca tuvo una.
También se encontró una suma de aproximadamente 54 mil pesos en efectivo, varios de ellos manchados con sangre, y un celular.  En tanto que Ríos fue hallado la mañana siguiente por sus propios familiares, a unos 25 metros del cuerpo y dentro de la camioneta Chevrolet S10 en la que se movilizaba los misioneros y presentaba un orificio de bala en el cuello.
Se constataron impactos en los cristales y puertas del lado interno de la camioneta. También se secuestraron cinco cartuchos de escopeta, calibres 16 y 20.

Un caso difícil
Los efectivos consideran que las muertes de Silvio y Martín se produjeron por motivaciones diferentes, en base a las pruebas preliminares relevadas en la escena del crimen. “No lo estamos tratando más como un doble homicidio sino como un homicidio seguido de latrocinio. Ya establecimos como fue la dinámica del crimen, como se desenvolvieron los hechos en el momento, pero estamos detrás de la autoría”, expresó en una entrevista radial el delegado de la Policía Civil de Realeza, Lucas Mariano Mendes.
La autoría en casos como estos es muy difícil de establecer debido al lugar dónde ocurrió, pero esperamos con los avances de la investigación llegar a los autores del hecho”, agregó.
Una de las personas señaladas es la quien esperaba a Antúnez para cambiar el dinero, un brasileño que hasta ahora ha sido identificado simplemente como Polaquito.