“A cualquiera le puede pasar”

Miércoles 20 de septiembre de 2017

Las palabras familia, amor y derechos resuenan en las voces de los jugadores de básquetbol adaptado que el fin de semana fueron protagonistas absolutos de la tercera fecha del Torneo Federal de esta disciplina que se desarrolló en Posadas. En la ocasión los locales fueron la Escuela Municipal y el Club Atlético Posadas y también hubo presencia de equipos de Prodea, de San Juan, y de la Municipalidad de Escobar, Buenos Aires.
Pero más allá de la competencia, en la que se ve que la vara va subiendo por el buen nivel, las enseñanzas siempre se apoderan de la humanidad de quien se entregue a vivir un momento mágico y también en prestarse a la empatía, lugar no tan común en los momentos que corren.
“Nadie está exento de tener que utilizar sillas de ruedas, a cualquiera le puede pasar”, es la frase que hace que esa vorágine en la que se vive se detenga y la realidad se haga carne.

No es la dureza de un accidente, tampoco es una enfermedad o una patología congénita, es simplemente la vida y ellos saben cómo vivirla, cómo adaptar lo que les tocó y cómo transmitir que se puede hacer todo lo que uno se proponga.
“Yo creo que todo pasa por algo, antes de estar en silla de ruedas estaba trabajando y estudiando, pero no sabía qué hacer, ni si estaba haciendo lo correcto. Después del accidente pasaron casi cuatro años y recién ahí apareció el básquetbol y hoy siento que es donde tengo que estar”, reflexionó Noelia Olivera.
Quién mejor que ella para explicar que los sueños sólo mutan según la realidad en la que uno se encuentre. La posadeña en tan sólo dos años logró que una pasión se apodere de su corazón y la lleva a vestir la celeste y blanca.
Recientemente Noelia compitió en Cali, Colombia, en la Copa América, y fue parte de la histórica hazaña en la que el seleccionado argentino de básquetbol adaptado  femenino clasificó al Mundial por primera vez.
“Los primeros partidos con la selección fueron momentos de no caer. Había empezado hacía poco para probar lo que era el básquetbol adaptado y de repente estaba en el equipo nacional. A partir de ahí no paré y espero estar convocada en el Mundial -en Alemania el año próximo- y no para estar tanto tiempo en el banco sino ser titular y para eso hay que trabajar y mucho”, resaltó con risas.
Sus palabras son ejemplo de que se puede; no sólo por lo que llegó a conseguir con entrenamiento y fortaleza sino porque al verla jugar, Noelia sobresale en varios aspectos. Es la única mujer en cancha pero su voz es la que comanda el equipo de la Escuela Municipal; tal vez su experiencia le dé ese derecho pero también su temple hizo que llegue tan lejos. “Todo se dio, más allá del accidente, que no fue lindo, creo que todo se acomoda para que uno esté donde debe estar. El básquet es mi lugar en el mundo”.
En tanto agregó que “el deporte es algo hermoso que lo debería practicar todo el mundo más allá de tener una discapacidad; lo mío fue el básquet pero la gente que tiene una discapacidad o tiene un accidente y se encuentra en esa nueva etapa de la vida, tiene que saber que existe una continuidad, que podés seguir trabajando, estudiando, haciendo deporte podés hacer de todo, sólo no tenés que parar. El deporte me sacó también a flote y, si bien nunca estuve mal, estoy feliz con eso”.

Adaptarse para sobrevivir
Allá por los años 70, José Luis Arce padeció de poliomielitis y la silla de ruedas pasó a ser su forma de trasladarse a diario. Hoy, a sus 48 años, siente la satisfacción de “haber traído a varios chicos a jugar al básquet, personas que vi en la calle o que los busqué en su casa y que se sientan parte de esta familia, es un aliciente para el corazón”, compartió.
Referente del equipo Yaguareté, del Club Atlético Posadas, y leyendo una realidad diferente por su largo camino recorrido, José Luis rescata que lo que más le interesa es la integración a la sociedad. “Que tengamos nuestros derechos, que el discapacitado no sea visto como una persona que no se puede defender y que tiene que estar limitada a estar en su casa; con el deporte, la fuerza y el ánimo las personas pueden salir adelante”, expresó con firmeza.
En cuanto a formar parte del equipo Yaguareté y sentir pertenencia, el jugador misionero destacó que “es una familia, estamos todos los días juntos, tenemos nuestro grupo de Whatsapp y de Facebook y compartimos muchas cosas. No solamente jugar sino de pasar tiempo juntos porque cada uno tiene una discapacidad distinta, algunos tienen sus bajones, sus trabajos y esto es integración”.
Y fue contundente al decir que “nadie está exento que le pase quedar en silla de ruedas, estamos todos en la misma, pero se puede salir adelante; ojalá que el gobierno le dé importancia a la discapacidad y ayude a dar mejor calidad de vida”.
Justamente su caso es particular, José Luis está casado y su esposa también tiene una discapacidad, consecuencia del lupus, y ambos padecen dificultades a la hora de encarar momentos cotidianos,
“Tenemos un problema muy grande en Posadas porque no hay colectivos adaptados, las rampas ocupadas en las calles y es porque las hacen mal. Las rampas tienen que estar en la punta de la manzana para darle un lugar para que estacione un auto; además en los establecimientos públicos tiene que haber un 5 por ciento de empleados con discapacidad... Hay muchas cosas pero no queremos atacar a nadie sino que nos den nuestro derecho, nada más”, enfocó José Luis.
Además fue más allá y explicó que “a veces un discapacitado no puede formar familia porque tiene problema de dinero, con una pensión vos no podés mantener a una familia y lo que necesitamos es un trabajo, yo lo que tengo que tener es dignidad, ese es mi derecho”.

“El básquet te saca a flote”
Se divierte, se ríe y la hinchada acompaña. Roberto Oporto es de los “nuevitos” en Yaguareté, equipo que le devolvió las ilusiones tras un terrible accidente ocurrido hace siete años cuando arreglando un camión, el gato se movió y el vehículo de gran porte se le vino encima y como consecuencia se le rompió la médula espinal.
“El básquet te saca a flote, cuando te pasa un accidente uno se deprime, pero ahora estoy feliz con los chicos que están en la misma situación porque entre nosotros nos entendemos”, comentó Roberto, que se sumó al conjunto del Atlético porque en su rehabilitación con kinesiología se aburría cuando, mandado del ‘cielo’, conoció a José Luis y nunca más se despegó de la pelota naranja.
“Uno por ahí se encierra, pero cuando pasa el tiempo tiene que salir y esto te ayuda”, completó el jugador que le pone garra como un yaguareté todos los días.
A su tiempo, el ‘niño’ del Atlético, Lucas Duarte, es otro que toma la palabra representando la voz de todos los jugadores presentes y rescatando el “honor que es representar a Misiones cuando salimos a jugar afuera”.
Lucas comenzó hace dos años a tirar al aro y su contextura también lo llevó a ser convocado a representar a Paraguay en tenis adaptado. “Me ofrecieron y es una oportunidad que no quise dejar escapar”.
De todas maneras, explicó que entrena básquet dos veces por semana, otras dos tenis y estas ocupaciones y metas deportivas lo llevan a sentir una “felicidad que no puedo explicar, esta gente es mi familia”.
Lucas nació con artrogrifosis, sus piernas estaban pegadas en el pecho y “con varias operaciones hoy estoy acá jugando y quiero ganar”, dice con simpatía, tal vez sabiendo que es un campeón al igual que sus pares, que sin importar lo que diga el tablero tras la chicharra final, ya tienen el campeonato en el bolsillo y son inspiración de muchos.

Más que juegoLa tercera fecha del Torneo Federal de la Federación Argentina de Básquetbol Adaptado se jugó el fin se semana en Subsecretaría del Deporte Social Barrial, y tuvo a Prodea, de San Juan, como el mejor, seguido de la Municipalidad de Escobar, la Escuela Municipal de Posadas y el Club Atlético. Y más allá de la competencia, que tuvo un alto nivel de juego, también hubo más que la redonda en acción.
Sillas prestadas: Los jugadores del equipo Yaguareté, del club Atlético Posadas, explicaron que no poseen sillas propias para jugar los torneos y la Municipalidad de Oberá les cede las sillas adaptadas ante cada certamen, como fue en la ocasión, el fin de semana. “Entrenamos con nuestras sillas que no son lo mismo que estas que son de competencia. Sería bueno tenerlas también para entrenar porque eso nos daría más rodaje”, resaltó el jugador Roberto Oporto y también hizo hincapié Marga Gayoso, secretaria de la Fundación Solidaridad en Movimiento, organizadora de la fecha del Regional.
como un boca-river
Así se vivió el encuentro que selló la fecha entre la Municipalidad de Posadas y el Atlético que terminó a favor de los Yaguaretés, que cumplieron una gran tarea. “Lo importante es que podamos competir y se suba el nivel, a veces se les da a ellos y otras a nosotros”, destacó al finalizar el partido Noelia Olivera, la única mujer que juega en el equipo de la Escuela Municipal.
SIEMPRE GIGANTE: Ernesto “Finito” Gehrmann, como en cada torneo, estuvo presente en el Regional y fue el encargado de entregar el trofeo a San Juan para ovación de los presentes y para el más grande jugador de esta disciplina en Misiones.


Por Roxana Ramírez