A balazos quisieron recuperar droga incautada por la Policía

Los narcotraficantes no dan tregua en Misiones. Su osadía penetra cada vez con más fuerza los límites de esta provincia y están dispuestos a todo para completar el tráfico de estupefacientes que, en la mayoría de los casos, se inicia en territorio paraguayo pero atraviesa sin contratiempos nuestra frágil frontera.
Casi siempre andan armados y si se ven acorralados, disparan a matar. Eso, justamente, estuvieron a punto de hacer pero el balazo, apuntado directamente al pecho de un jefe policial, fue contenido por el chaleco antibalas que llevaba puesto. Ese implemento lo salvó de la muerte, aunque durante un par de horas debió estar sometido a cuidados médicos.
El ataque fue en medio de un operativo nocturno desarrollado por la Policía de Misiones entre la noche del viernes y la madrugada del sábado, en un terreno bastante hostil conocido como las 2000 Hectáreas. En ese contexto dos narcotraficantes de nacionalidad paraguaya fueron privados de su libertad, aunque dos están prófugos.

Entre mulas y motonarcos
En la frontera las bandas narcocriminales pagan buenas sumas de dinero a chicos con motocicletas para que se ocupen (en calidad de ‘mulas’) de trasladar la marihuana desde la costa del río Paraná hasta alguna zona cercana a la ciudad, donde acopian y desde entonces, otro eslabón de la aceitada cadena de tráfico se encarga de transportarla hacia los centros de consumo.
Eso es lo que investigaban los hombres de la División Toxicomanía de la Unidad Regional V. Manejaban el dato de que una banda estaba operando en la frontera y decididos a descubrir la maniobra de acopio, montaron una sigilosa vigilancia en el extenso predio conocido como las 2.000 Hectáreas, por donde suponían que iban a transitar las mulas.
El primer paso fue positivo. Ya de madrugada, a pocos metros de la Escuela Técnica 51 e igual distancia de la Escuela 862, divisaron a dos sospechosos custodiando una carga de marihuana. Los rodearon de inmediato detectando que ambos eran indocumentados, pero al ser detenidos dijeron llamarse Héctor José Cariaga (26) y Jorge Almada Cáreces (26), con domicilio en un barrio de Ciudad del Este.
Junto al dúo había cinco bultos de grandes dimensiones forrados con nylon, que se presume iban a ser retirados por los transportistas. Sin dejar de vigilar la zona, los uniformados iniciaron el conteo de la droga cuando imprevistamente sucedió lo menos esperado.
Menos de diez minutos después, otros dos narcos intentando presuntamente recuperar la carga de marihuana y liberar a los detenidos, a bordo de una motocicleta de alta cilindrada pasaron a toda velocidad por la zona y sin medir consecuencias, abrieron fuego contra los efectivos.
En ese momento se produjo un intercambio de disparos con los integrantes de la fuerza siendo herido en el pecho el comisario mayor Juan Carlos Cáceres. Como se dijo, el chaleco antibalas lo salvó de una muerte segura, pero en paralelo los delincuentes motorizados se escaparon.
Una vez en sede policial, fueron contabilizados 232 panes de marihuana con un peso exacto de 182,570 kilogramos, valuados en una cifra superior a los tres millones de pesos. Fue el procedimiento 236 de la Policía de Misiones relacionado al combate del narcotráfico.


232
Panes.
El pesaje final de la droga incautada determinó que los 232 panes divididos en cinco paquetes pesaron 185,570 kilogramos, valuados en más de tres millones de pesos.


Causas paralelas
En paralelo se iniciaron dos causas en el ámbito judicial, una por “tráfico de estupefacientes en grado de tentativa” que por decisión del titular del Juzgado Federal de Eldorado, Miguel Ángel Guerrero, fue enmarcado en un procedimiento de flagrancia y la segunda por “atentado contra la autoridad mediante la utilización de armas de fuego y lesiones leves” que recayó en manos del Juez de Instrucción Tres, Martín Brites.
Por disposición del primero, los paraguayos van a permanecer detenidos hasta ser indagados, todo indica que el martes o miércoles de esta semana.